Bio Base Europe forma parte del consorcio Bio Based Industries (BBI), iniciativa que apoya la Comisión Europea con una inversión que asciende a 6.400 millones de euros procedentes del programa de investigación e innovación Horizonte 2020, a los que se suman 10 000 millones de la industria y cerca de 1.200 millones de los Estados miembros de la UE. El objetivo principal es crear un escenario de “bio-economía” y biotecnología que reduzca la dependencia de los combustibles fósiles y favorezca la creación de empleo.
Uno de los pasos en este sentido es el emprendido con el acuerdo entre Celtic Renewables y Bio Base Europe para desarrollar en “la principal planta piloto de biotecnología de Europa (Bio Base Europe Pilot Plant)” el proceso de utilización de subproductos de la industria del whisky para generar biocarburantes, concretamente biobutanol. La inversión, tras una segunda ronda de financiación, alcanza los 1,5 millones de euros, de los cuales el Gobierno del Reino Unido pone casi un millón con la intención de acabar creando una industria que mueva más de 125 millones de euros anuales.
Desde Celtic Renewables afirman que ya han demostrado la posibilidad de producir bioetanol a través de diferentes líneas de subproductos asociados al whisky, como el orujo. Prevén que los trabajos a realizar en la Bio Base Europe Pilot Plant situada en Gante (Bélgica) facilitarán la producción por primera vez de biobutanol industrial derivado del whisky y que “podrá ser empleado en motores diésel y de gasolina sin necesidad de modificarlos”. La compañía piensa ya incluso en el desarrollo de una planta industrial en Escocia, para lo cual se deberán invertir 25 millones de euros.