Los productos de origen alimentario son también el recurso más utilizado en la elaboración de bioetanol, que se mezcla con la gasolina convencional. Según informa la Asociación de Energías Renovables de Reino Unido (Renewable Energy Association, REA), en 2008 estos productos representaban el 8%, mientras que en la actualidad el porcentaje asciende al 26%. En el mismo período, el ahorro en emisiones de gases de efecto invernadero ha pasado del 46% al 74%.
De acuerdo con Clare Wenner, jefa de Transportes Renovables de la REA, “estas cifras demuestran la seriedad con que la industria de los combustibles en Reino Unido enfrenta el daño potencial asociado al uso de aceite de palma”. Wenner añade que “la industria de los biocombustibles en Reino Unido ya dejó de usar el aceite de palma para producir biodiesel hace años, y el ejemplo ha sido seguido posteriormente por todos los proveedores de combustible del país”.
Según los datos de la asociación, los productos británicos de origen alimentario representan ahora más de un cuarto del material empleado en los combustibles renovables. “La ausencia total de aceite de palma y los impresionantes ahorros de un 74% en emisiones de CO2 demuestran que no hay necesidad de que el Gobierno introduzca recortes excesivos en el uso de los biocombustibles basados en cultivos”, Asegura Wenner.
“Nuestra bioetanol elaborado a partir de cosechas genera bajas emisiones de carbono y (en su fabricación) se produce también alimento para los animales, mientras que nuestra industria de biodiesel utiliza nuestro aceite de cocina usado. Así, todos ganamos”, concluye.
Un reciente informe elaborado por tres consultoras internacionales para la Comisión Europea ha confirmado que el biodiésel procedente de los cultivos de palma del sudeste asiático es el que emite un mayor número de emisiones de gases de efecto invernadero achacables al cambio indirecto en el uso de tierras.