El informe de la Fundación Renovables se muestra en general muy crítico con la bioenergía y y rechaza algunas de las oportunidades que ofrece en los campos del transporte y la generación de energía térmica y eléctrica. En el primer caso, aparte de apostar en primer lugar por reducir las necesidades de movilidad, se habla de una electrificación al cien por cien del transporte por carretera y ferrocarril.
Sí se afirma en el trabajo de la Fundación Renovables que la electrificación paulatina del transporte conllevará la limitación del “uso de biocombustibles como apoyo según la capacidad de producción nacional o de origen certificado no sustitutivo, así como a usos que no pueden ser cubiertos de modo más eficiente por electricidad renovable”. Se entiende que esos usos se refieren a la navegación aérea y marítima.
Pero la propuesta más directa se encuentra en las medidas que se exponen para el desarrollo de la biomasa. En este caso se pide “un plan nacional de biocombustibles (se entiende que líquidos), sometido a estrictos criterios de sostenibilidad, dando prioridad a la producción nacional y eliminando la posibilidad de importar aceites para producción de combustibles de primera generación”.
Todo el aceite (palma, soja y colza) para producir biodiésel es importado
Sin citarlo, está claro que se piensa esencialmente en el aceite de palma, la materia prima más cuestionada por todo tipo de instancias, instituciones europeas incluidas, y ONG. En España, más del 62 por ciento del biodiésel que se consume se fabrica con aceite de palma , siendo uno de los países europeos más dependientes de esta materia prima, ya que, además, el 99,7 por ciento del hidrobiodiésel cuenta con el mismo aceite.
Pero hay más, ya que el 17 por ciento consumido se produce con aceite de soja y otro 17 por ciento con el de colza. Acorde con la propuesta de la Fundación Renovables, España debería reconvertir buena parte de su industria, ya que, aparte de consumir solo el 1,62 por ciento con otro tipo de materias primas, la mayor parte de la producción (70 por ciento) se realiza con aceites importados, especialmente aceite de palma.