Entre los numerosos temas a tratar que tenía ayer sobre la mesa la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo (popularmente conocida como Agri) estaba el pronunciamiento sobre una opinión del eurodiputado de Los Verdes/Alianza Libre Europea, Florent Marcellesi. En la misma alertaba "sobre los graves efectos del monocultivo de aceite de palma: deforestación, más emisión de gases y menos salud y seguridad alimentaria para las personas”.
Según fuentes del partido ecologista español del que forma parte Marcellesi, Equo, “tras haber presentado los diferentes grupos sus enmiendas, el texto ha sido ampliamente respaldado en cuestiones claves para el medio ambiente, la salud de las personas y los derechos humanos de las comunidades locales”.
Deforestación, atropello de derechos humanos y malo para la salud
A la deforestación de grandes tierras, pérdida de biodiversidad y atropello a los derechos humanos, especialmente de comunidades locales de Indonesia y Malasia, se unen ahora las críticas por la afección a la salud que supone un ingrediente presente en infinidad de alimentos procesados.
Un estudio del Instituto en Investigación Biomédica de Barcelona corroboró recientemente este peligro al publicar en la revista Nature que el ácido palmítico es, con diferencia, el mayor inductor de metástasis de cáncer. Durante su alocución, el eurodiputado verde hizo mención a otro estudio científico en este sentido elaborado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.
Eliminar los incentivos al biodiésel de aceite de palma
Marchellesi aprovechó para recordar el impacto que ocasiona también su uso como materia prima para fabricar biodiésel, destino de casi la mitad del aceite de palma que entra en Europa. “Destacamos el amplio consenso alcanzado en la decisión de excluir de cualquier incentivo público el uso del aceite de palma como agrocombustible”, explica el eurodiputado.
El biodiésel se beneficia actualmente, tanto en los Estados miembros, como a través de la directiva de energías renovables, de la obligación de incluir porcentajes de biodiésel en los gasóleos de automoción, aunque estos tienden a la baja según las últimas medidas tomadas y propuestas desde Bruselas.
“Trabajaremos ahora porque esta opinión, ampliamente consensuada, sea recogida en el próximo informe final de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo (conocida como Envi)”, apostilla Marcellesi.