El pasado martes, el Consejo de Ministros aprobó el acuerdo para la distribución territorial definitiva de las ayudas acordadas en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, el órgano de colaboración entre el Gobierno y las comunidades autónomas en materia ambiental. las ayudas van destinadas especialmente a la implantación de proyectos innovadores por parte de entidades locales.
En total, se ha autorizado el reparto de 19,8 millones de euros para “actuaciones que contemplen la adaptación al cambio climático en el espacio urbano y periurbano, la mejora de la gestión de los residuos y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en este sector y la protección del espacio natural y la biodiversidad de nuestro país”.
Al apartado de residuos le correspònde 5,87 millones de euros procedentes del PIMA Residuos y de las líneas presupuestas asignadas a la política de residuos. Las tres mayores partidas corresponden a proyectos de recogida separada de biorresiduos (1.850.000 euros), de instalaciones de compostaje (1.850.000) y de compostaje doméstico y comunitario (1.621.061). Los de recogida de aceite de cocina usado se repartirán 300.000 euros y los de biogás 250.000.
Reducciones de emisiones con biodiésel de aceites de cocina usados
En el caso de los vinculados a los aceites usados supone el doble de los asignados el año pasado. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Mitecord) consideran que “los aceites de cocina usados pueden contribuir al logro de los objetivos de la Unión Europea para 2030 de reducción de las emisiones totales de gases de efecto invernadero”.
Añade el Mitecord que estas reducciones, junto a las derivadas del depósito de estos residuos en vertedero, fundamentan la inclusión de este tipo de actuaciones en las ayudas. “A los beneficios obtenidos desde el punto de vista de la política de lucha contra el cambio climático y de gestión de residuos, se suman los asociados a la generación de empleo como consecuencia de la implantación de la recogida separada de aceite de cocina usado y de su tratamiento posterior”, apostillan en el ministerio.
Ayudas para que no se queme biogás en antorchas
En cuanto al biogás, recuerda que “la reforma del sector eléctrico ha reducido los márgenes de beneficios de estos proyectos y ha dado lugar a la no sustitución de los equipos cuando llegan al final de su vida útil, optando por la quema en antorcha del biogás en algunos casos. Sin duda, esto representa la pérdida de un recurso energético y por ello es necesario explorar otras alternativas que permitan el uso de este recurso a un coste eficiente”.
Explican además que “el uso de este biogás sustituye a combustibles fósiles importados y permite reducir emisiones en los sectores difusos”, y su empleo en el transporte “contribuye al cumplimiento del subobjetivo en renovables del diez por ciento en este sector, que debe alcanzarse en 2020”.
Veinte mil euros menos para el biogás
A pesar de que también justifican que así se incentivan los usos del biogás para aprovechar su potencial energético, reducir emisiones de GEI y mejorar la gestión del biogás generado en los vertederos y en la digestión anaerobia de residuos biodegradables (biorresiduos, residuos agrícolas y ganaderos, lodos de depuradoras) este año se ha bajado el presupuesto destinado a estos proyectos: de 271.000 euros en 2019 a 250.000 ahora.
La tipología de proyectos elegibles para las ayudas son los mismos que el año pasado: depuración e inyección del biogás en la red, depuración y uso en flotas de transporte, uso en motores de cogeneración, uso para producción de calor y cambios en los procesos destinados a aumentar la generación de biogás.
Ayudas del PIMA Cambio Climático
En relación al PIMA Cambio Climático se destinan nueve millones de euros a proyectos que “potencien las sinergias entre las estrategias de adaptación y mitigación en la lucha contra el cambio climático a través de actuaciones piloto de carácter innovador y el desarrollo de proyectos e informes técnicos”.
Los beneficiarios de estos fondos serán entidades locales y municipios con un tamaño inferior a 100.000 habitantes y en una línea de actuación destinada a aumentar el protagonismo de las soluciones basadas en la naturaleza, ya que se busca el aumento de la biodiversidad urbana y la mejora de los hábitats dentro de estas zonas.