Con el fin de impulsar la creación del ICTS, el consorcio, que desarrollará su actividad en el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), ubicado en Sarriguren, gestionará y promoverá la colaboración científica, técnica, económica y administrativa de las entidades que lo integran. El importe del citado convenio se cifra en un millón de euros, cuya aportación se distribuye a partes iguales entre los firmantes.
El objetivo primordial es poner en marcha una infraestructura de ICTS cuya misión sea convertirse en un centro de excelencia nacional e internacional en relación con la investigación e innovación en biocarburantes de segunda generación, y en el que se localicen las infraestructuras y tecnologías punteras en el sector.
Incluye toda la cadena de producción y todo tipo de biomasas
Esta nueva apuesta ayuda a consolidar en España la transición hacia los biocombustibles de segunda generación, al incluir los materiales herbáceos/leñosos y residuos agrícolas e industriales, que tienen como ventaja no competir con el mercado alimentario, así como reducir en torno al 80% de la emisión de CO2. De esta manera, la ICTS se constituirá en un centro de desarrollo integral de procesos de producción de biocarburantes de segunda generación, incluyendo toda la cadena de producción, de modo que se convertirá en la única instalación europea que abarque desde la preparación de la biomasa hasta la obtención del producto final.
La singularidad de esta ICTS se concreta también en la capacidad de procesar todos los tipos de biomasa, especialmente la herbácea, que es la que ofrece mayor potencial en el sur de Europa. Además, el centro englobará todos los pretratamientos necesarios para los diferentes procesos y biomasas, así como la posibilidad de desarrollo de múltiples carburantes y la integración de diferentes procesos de producción. Se contará con todos los servicios necesarios para operar de forma continua en ensayos de larga duración, de tal forma que los resultados obtenidos sean extrapolables a escala industrial. En concreto, se plantea una planta piloto para 500 Kg./hora de biomasa procesada y con 1.240 horas de producción al año repartidas en ensayos de 20 a 100 horas.