En una carta enviada al diario La Opinión de Zamora, y que también trasladan a los responsables del Gobierno de España, el equipo de promotores del proyecto de Biorrefinería Multifuncional “entiende que bajo las condiciones excepcionales de nuestra situación económica se tomen medidas como la citada (RD 1/2012)”. El proyecto está previsto que se ubique en las inmediaciones de Benavente (Zamora) y, de partida, cuenta con un módulo de cogeneración y una planta de bioetanol alimentados con remolacha y cereales. Los promotores afirman que dicho proyecto “podría ser modificado en lo que a economía de escala se refiere como consecuencia del real decreto”. Pero, para ello, proponen acogerse a las excepciones que marca la normativa.
En el establecimiento de los regímenes específicos a los que hace alusión el artículo 3 del real decreto, los promotores de la biorrefinería confían que salga adelante su proyecto, “en base a las bondades socio-económicas y medioambientales” del mismo. Piden que “se conceda un marco justo y estable de precios por Mwh, para que dicho proyecto pueda seguir avanzando en las negociaciones con inversores y entidades financieras, de tal manera que se puedan tener garantías de rentabilidad razonable y liquidez para satisfacer las condiciones de dichos grupos y del propio proyecto, a la par de crear de 55 a 60 puestos de trabajo directo y cientos indirectos en una comarca, Benavente, gravemente afectada por el paro”.
El concepto de biorrefinería, clave para sacar adelante los proyectos con algas
La Biorrefinería Multifuncional está basada en la construcción de un complejo industrial para la producción de bioetanol (80.000 m3/año), electricidad con ciclo combinado y piensos (72.000 t/año). Las materias primas empleadas serían remolacha (360.000 t/año), cererales (110.000 t/año) y gas natural. Vicente Merino, ingeniero agrónomo y principal promotor del proyecto, cree en la posibilidad de ampliar la planta en un futuro “mejorando los parámetros económicos y financieros”. Afirma que no habría problemas desde el punto de vista de suministro y se podría introducir una línea energética de biomasa.
En un estudio sobre la energía de las algas publicado el pasado año por Bioplat (Plataforma Tecnológica Española de la Biomasa) se anunciaba la importancia económica y tecnológica del desarrollo de las biorrefinerías en este campo. El informe señalaba que es muy probable que las nuevas bioindustrias asociadas a la producción de algas (alimentos para consumo humano, piensos, acuicultura, pigmentos, dermo-cosmética, biomedicina, tratamiento de aguas y gases contaminantes) “tengan que ser desarrolladas como complemento imprescindible para hacer rentable la producción de biocombustibles de algas” y que “la aplicación en este sentido del concepto de biorrefinería resulta esencial para poder conseguir algún día la viabilidad económica de estos procesos”.