Lo contaba Fischer Boel en un discurso el pasado seis de mayo en Bruselas: "como saben", decía la comisaria para la Agricultura, "la PAC actualmente ofrece una ayuda para los cultivos energéticos de 45 euros por hectárea. Esto ya no es necesario. no necesitamos incentivar la producción". En su discurso, sin embargo, la comisaria reconocía que los biocarburantes se han convertido en un chivo expiatorio contra el que los medios han desatado una "tormenta que se ha hecho mayor y mayor".
Frente a esa tormenta, la comisaria reconocía que "los biocarburantes no resolverán todos nuestros problemas, pero tampoco se tragarán el suministro mundial de alimentos". Más aún: "usados correctamente, pueden ser un arma para luchar contra el cambio climático y un seguro político para nuestros problemas de suministro de carburantes, trabajando de una manera equilibrada con nuestras necesidades alimentarias".
En su intervención, Fischer Boel señalaba las líneas maestras de la futura política europea en materia de biocarburantes y echaba mano de los números. La Comisión, decía, "ha propuesto una garantía: el biocarburante sólo contará para los objetivos del Estado Miembro si supone un ahorro de gases de efecto invernadero de, al menos, el 35% respecto a los combustibles fósiles. Esto se aplicará tanto a la producción doméstica como a la importación, y estamos abiertos a la idea de aumentar ese umbral en 2015".
De hecho, ha señalado la comisaria, "muchos biocarburantes de primera generación ahorran más del 35%. El ahorro de emisiones típico del biodiésel de colza cosechada en Europa es del 44%. Algunos procesos muy eficientes de la Unión Europea ahorran hasta un 60% de emisiones, mientras que los biocarburantes de caña de azúcar pueden alcanzar fácilmente una disminución de emisiones del 74%".
La sostenibilidad, razón de ser
Por otra parte, Fischer Boel ha apuntado en su discurso que "ningún biocarburante contabilizará para el objetivo de utilización de un Estado Miembro si no satisface unos estrictos criterios de sostenibilidad. Por ejemplo, quedarían excluidos los biocarburantes procedentes de tierras con un alto valor de biodiversidad y tierras con altas reservas de carbono".
El objetivo ha querido avalarlo con datos: "las simulaciones de la Comisión sugieren que, para 2020, el 80% de nuestro objetivo de utilización de biocarburantes podría alcanzarse con materia prima interna cosechada en, aproximadamente, el 15% de la tierra cultivable de la Unión Europea". Más aún: "pero tengan en cuenta que, en nuestro análisis, la utilización de tierra real será menor del 15%. Esto se debe a los coproductos obtenidos de la producción de biocarburantes. Si producimos una tonelada de colza para hacer biodiésel, aproximadamente el 42% de la cosecha será convertido en aceite y aproximadamente el 58% en alimento para animales. Claramente, las hectáreas contabilizadas no sólo producen biocarburantes".
Además, la comisaria ha señalado el incremento de la demanda de ciertos alimentos por parte de China e India como uno de los responsables principales del incremento del precio de la cesta de la compra: "estos países están consumiendo más carne. Se necesitan cuatro kilos de cereales para obtener un kilo de cerdo, y dos kilos de cereales para obtener un kilo de pollo. Así que un cambio en la dieta hacia el consumo de carne en países con más de 1.000 millones de habitantes cada uno, tiene un tremendo impacto en los mercados de materias primas".
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Discurso completo de Mariann Fischer Boel