Fue una de las primeras andanadas de apoyo al sector que, entre el 23 y el 24 de enero, debate en el Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona el futuro del mismo con la vista puesta en los biocarburantes de segunda generación.
Biorrefinerías y más investigación
Además de este paso, tanto el director general del IDAE, como el consejero de Innovación y Empresa del Gobierno de Navarra, José María Roig Aldasoro, y el presidente de la Plataforma Europea de Biocarburantes, Luis Cabra Dueñas, hicieron hincapié en la necesidad de desarrollar biorrefinerías en las que se integre la utilización de biomasa con distintos fines. Luis Cabra, que presentó un resumen del Análisis Estratégico de Investigación que ha elaborado la plataforma con respecto al desarrollo de los biocombustibles de segunda generación, tiene claro que parte del futuro está “en las plantas que rentabilicen en un misma instalación la producción de carburantes, de energía eléctrica y de biopolímeros, a imagen y semejanza de las refinerías de petróleo actuales”. Su conclusión fue diáfana, “con el desarrollo actual no podemos alcanzar de forma sostenible el 10% de cuota de biocombustibles en 2020”.
El consejero navarro, José María Roig Aldasoro, también avanzó que el próximo lunes se aprobará un convenio de colaboración con el Ministerio de Educación, dentro del programa Ingenio, por el que se construirá una planta pre-industrial de producción de biocombustibles en la que se investigará no sólo con diferentes materias primas dentro de la segunda generación (forestales, herbáceos…) sino también en logística de recogida, preparación y uso en la planta.
No pasaron por alto aspectos como la definitiva puesta en marcha de la Ley 12/2007 de uso obligatorio de biocarburantes, la necesaria certificación de éstos con marchamo de sostenibilidad o “la competencia desleal practicada por Estados Unidos con las exportaciones de su biodiésel B99”, como lo expresó Carlos Alberto Fernández, jefe del departamento de Biocombustibles del IDAE. Este mismo ponente inició su intervención con algo que, según él, no hacía hasta hace poco, “explicar el por qué de la necesidad de una fuente de energía que garantiza la diversificación energética, el desarrollo económico y beneficios ambientales, incluido el bienestar social, en especial si se consigue una adecuada certificación de sostenibilidad”.
