Ese análisis deriva en una situación actual calificada como gravísima por Roderic Miralles, “que se acerca al borde del precipicio”, afirma. “Es necesario lanzar un llamamiento urgente a la acción reflexiva; hay que actuar sin demora, pero sobre la base de una reflexión previa que nos permita identificar qué modelo de desarrollo de los biocarburantes queremos construir en España”.
Seguir el modelo francés
Para el responsable de APPA Biocarburantes, “es inaplazable que el Gobierno asuma su responsabilidad regulatoria y defina, de acuerdo con la industria española de producción de biocarburantes y otros actores económicos interesados -organizaciones agrarias y distribuidores de carburantes, por ejemplo-, un modelo de desarrollo integral que permita a este sector echar raíces sólidas”. Para ello pide una política gubernamental integrada entre los distintos ministerios implicados -Industria, Agricultura, Economía y Medio Ambiente- bajo el liderazgo de Presidencia. Y pone como ejemplo el modelo francés, que ha aunado los intereses de diferentes ministerios en una política integrada en esa misma línea.
Aunque Roderic reconoce que se han dado pasos aislados en la dirección correcta (obligación de biocarburantes, contrato tipo de compraventa de colza y girasol, tipo cero en el Impuesto Especial de Hidrocarburos) cree llegado el momento “de acabar con la política de parches” que, entre otras cosas, no ha logrado frenar la importación de biodiésel altamente subvencionado desde Estados Unidos. “Si hoy el detonante de la crisis son los créditos fiscales de Estados Unidos –explica-, mañana pueden serlo las subvenciones a la exportación de Argentina o el dumping ambiental brasileño”. “Todos estos países, más algunos asiáticos, reglamentan y coordinan su política de biocarburantes no sólo para defenderse sino para generar ventajas económicas frente al vulnerable y atomizado mercado europeo”, añade.
“Se impone, para salir adelante, un modelo más avanzando que refuerce los dos grandes pilares ya existentes -obligación de consumo de biocarburantes y tipo cero en el IEH- con nuevas medidas integrales que permitan proteger y consolidar la industria nacional, asegurando su adecuada rentabilidad, al tiempo que se desarrolla una agricultura energética local”, concluye Roderic Miralles.
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