Entre el pasado año y el presente, Brasil no solo ha dejado de ser el primer exportador mundial de bioetanol, si no que se ha convertido en país importador, principalmente de Estados Unidos. Energías Renovables daba a conocer a comienzos de septiembre estos datos, que se unían a un descenso notable en el crecimiento de la producción europea del biocarburante y al incremento de las importaciones desde el país norteamericano. La European Renewable Ethanol Association, más conocida como ePURE y que aglutina a la industria del sector, establece una relación causa-efecto directa y solicita a la Comisión Europea (CE) que actúe contra las importaciones desleales de combustible de etanol.
El origen de las desdichas está en el fomento y fuerte subvención por parte del Gobierno de Estados Unidos de la producción y uso del bioetanol durante los últimos veinte años, que ha tenido como resultado su escalada hasta el primer puesto como productor y como exportador. “Esta política es legítima –afirma en un comunicado ePURE–, siempre y cuando no perjudique el desarrollo del etanol como combustible en otros países”. De esta manera, añaden que “los operadores estadounidenses, que se enfrentan a un mercado nacional a punto de saturarse, asignan una parte creciente de su producción a la exportación hacia la Unión Europea”. Y lo que es peor, según ePURE, “los subsidios les permiten adoptar prácticas agresivas en la fijación de precios bajos para el mercado europeo”.
Las importaciones de EEUU impiden que la industria europea se beneficie del aumento del consumo
Esta política denunciada por ePURE es la que ha permitido que entre 2008 y 2010 las importaciones desde EEUU se hayan incrementado en un 500 por cien y que las previsiones para 2011 sean de doblar las del pasado año. Todo ello ha llevado a ePURE a solicitar a la CE que investigue estas prácticas de comercio desleal y su impacto en la industria de la UE. Confían en que “la investigación confirmará que están causando un perjuicio grave a los productores europeos y establecerá claramente la necesidad de imponer aranceles disuasorios sobre las importaciones con el fin de restablecer las condiciones equitativas de competencia lo antes posible”.
Robert Vierhout, secretario general de ePURE, insiste en que “las importaciones masivas de etanol, junto con los precios muy bajos de los últimos años, han dañado seriamente la situación económica de los productores europeos, debido a que la industria es muy pequeña en comparación con la de EEUU y muchos de los fabricantes se encuentran todavía en fase de despegue”. Las quejas de Vierhout son más amargas al considerar que “esta competencia desleal priva a la industria de la UE de los beneficios de una positiva evolución en su mercado interno, que se refleja en un consumo creciente de combustibles renovables en todos los países”.
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epure.org