La Unión Europea solo aceptará biocombustibles sostenibles
Sin embargo, nada dijo sobre la filtraciones que diferentes grupos ecologistas y de ayuda al desarrollo, como Oxfam, vienen haciendo de otros informes que se cuecen en el interior de la UE, que van en el mismo sentido del presentado en la Cámara de los Comunes. En España, Amigos de la Tierra y BirdLife International anuncian que el Gobierno de los Veintisiete ha recibido “un duro revés a la apuesta por los agrocombustibles” con la publicación de un documento del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC en sus siglas en inglés).
Según las ONG citadas, el informe, titulado Biocombustibles en el contexto europeo, “revela que los objetivos de la UE tendrán posiblemente un coste cercano a los 65 mil millones de euros, necesitarán grandes cantidades de tierra fuera de Europa y cuestiona si se conseguirá reducir la emisión de gases de efecto invernadero, rebatiendo los tres principales argumentos empleados por la Comisión para el fomento de los agrocombustibles (más conocidos como biocombustibles): reducción de gases de efecto invernadero, seguridad energética y creación de empleo y análisis coste-beneficio.
Andris Piebalgs, indirectamente, al desmentir los malos augurios del informe británico, hace lo propio con éste salido de la misma casa de la Comisión Europea, aunque sin citarlo y echando mano del futuro de los biocombustibles. Para el responsable europeo de Energía, “la nueva directiva de promoción de fuentes de energías renovables solo aceptará el desarrollo de biocombustibles que demuestren ser sostenibles, es decir, aquellos que aseguren una reducción sustancial de emisiones de CO2 con respecto al petróleo, que prevengan los daños en el cambio de determinadas tierras de cultivo y que no destruyan los bosques tropicales”.