Nuevo anuncio de defunción de la industria del biodiésel en España. En febrero de este mismo año ya hubo un previo. Por aquel entonces se echaba la culpa al Ministerio de Industria, y concretamente al nuevo secretario de Estado de Energía, Fabrizio Hernández, de retrasar la aprobación de la orden de ayuda al biodiésel. Parece que el camino toca a su fin, a tenor de las declaraciones vertidas hoy en la rueda de prensa ofrecida por la sección de Biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA). Su nuevo presidente, Alfonso Ausín, afirmó que “es muy posible que está sea la primera y la última rueda de prensa que doy como presidente”. Ahora la culpa se la reparten el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, y el Gobierno de Argentina.
La orden de fomento y ayuda a la producción de biodiésel en España, pensada principalmente para frenar la entrada masiva del producido en Argentina y, en menor medida, en Indonesia, ha sufrido un nuevo frenazo. Ya había recibido el visto bueno de la Comisión Nacional de Energía, el Consejo de Estado y el propio Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Según APPA Biocarburantes, ayer recibieron una llamada desde este ministerio comunicándoles que el mismo Zapatero en persona había ordenado parar la orden. Presidencia del Gobierno remite a Industria para verificar esta información, pero al cierre de esta noticia, el ministerio no ha confirmado ni desmentido a Energías Renovables lo denunciado por APPA Biocarburantes.
“Argentina amenaza con tomar represalias contra intereses españoles en su país”
¿Por qué decide Zapatero inmiscuirse en esta cuestión? Lo explica Alfonso Ausín: “el Gobierno argentino está realizando una serie de chantajes y amenazas a diversos estamentos del Gobierno español, y no solo al Ministerio de Industria, en los que avisa de que si se aprueba la orden antes de las elecciones de octubre en Argentina, habrá represalias contra las empresas españolas con intereses en este país”. Para Ausín, “el Gobierno debería rechazar el chantaje, aprobar la orden y actuar a favor de las empresas españolas que pudieran sufrir las represalias en Argentina.”
Se trata de un nuevo episodio de la guerra comercial entre ambos países por el biodiésel importado desde Argentina, que ya supone la mitad del consumido en nuestro país. Energías Renovables también se ha puesto en contacto con la Embajada Argentina en España y aunque no quieren entrar en el debate, sí afirman que no existe tal chantaje y que lo único que hace el Gobierno argentino es defender sus intereses.
"Matar a la industria española o lesionar a la argentina"
Manuel Bustos recuerda que en Argentina ya se aplica el mismo sistema que ellos piden para España, es decir, obligar a incorporar biocarburantes en el transporte con biodiésel y bioetanol producido en el país sudamericano. “El Gobierno argentino nos dice que nuestro Gobierno no haga lo que sí hace el suyo. Además, ellos van a seguir haciendo negocio porque les seguiremos comprando el aceite de soja, e incluso la industria argentina ha admitido que, si se aprueba la orden, tienen capacidad para readaptarse a las nuevas circunstancias y compensar la pérdida del mercado español”, concluye Bustos.
“Nuestro presidente del Gobierno debe decidir entre matar a la industria española o lesionar a la argentina”, sentencia Ausín. Eso sí, reconoce igualmente que la orden no iba a ser la salvación para todo el sector, porque con la obligación actual bastaría con la mitad de la capacidad de producción instalada en España, “pero ayudaría a una gran parte de la industria”, remata Ausín. Manuel Bustos quiso desmontar la crítica recibida desde Argentina en cuanto a que el problema es la sobrecapacidad de producción en España: “esto tendría sentido –afirma– si dijéramos que sale de las plantas solo el 50% del biodiésel, pero es que ahora mismo está paralizada el 85% de la producción”.