La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) organiza su I Cumbre de Comunidades Energéticas, en colaboración con ComEnerSys, el próximo 25 y 26 de abril en El Prat de Llobregat (Barcelona). En el evento, que se llevará a cabo en el Cèntric Espacio Cultural - Totes les plantes, Plaça de Catalunya, 39-41, se conformarán 14 mesas de debate sobre regulación, gobernanza y tramitaciones, entre otras, y talleres de participación para diagnosticar la actualidad de las comunidades energéticas en España. La apertura institucional de esta Cumbre estará a cargo de Joan Groizard, director general Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), que estará acompañado por el director general de UNEF, José Donoso.
A continuación, durante las jornadas se escucharán voces especializadas del sector energético de diferentes comunidades autónomas, centros de investigación y representantes de las principales compañías eléctricas del país. "Las comunidades energéticas representan un modelo colaborativo y sostenible que debemos promover, y para hacerlo debemos fortalecer la información sobre regulación, el acompañamiento y compartir experiencias entre las diferentes comunidades. Esta Cumbre sirve de punto de encuentro para crear una sola voz en torno a este importante actor dentro de la transición energética", explica José Donoso.
Al finalizar el encuentro se firmará un Manifiesto de la I Cumbre de Comunidades Energéticas y Autosuficiencia Energética para trabajar de forma mancomunada entre comunidades, generar sinergias y dotar a estos grupos de instrumentos para defender sus intereses. En este sentido, desde UNEF se han detectado las seis barreras que lastran el impulso de las Comunidades Energéticas en España y sobre las que se debe trabajar de manera colaborativa entre tejido empresarial e instituciones públicas para potenciar su despliegue en España:
• Falta de tiempo, conocimiento y recursos económicos para la constitución de una comunidad energética, ya que estas implican la constitución de un vehículo jurídico con entidad propia.
• Los beneficios de la comunidad energética siguen siendo grandes desconocidos para la población. Invertir en pedagogía y conciencia social para informar a la ciudadanía sobre el ahorro económico y la aportación a la sostenibilidad ambiental debe ser una prioridad en la lucha contra la emergencia climática.
• Para que se constituya una comunidad energética, hace falta un proyecto (tecnológico, regulado, y, por tanto, con un procedimiento claro) que puede resultar demasiado complejo para sus participantes.
• La comunidad energética es un agente transformador del territorio. Pero para que genere un valor real en dónde se ubica, debe tener un carácter de integración local real. Para logarlo se necesitan organismos con competencias reales, que realicen una labor de mediación para que la integración social del proyecto se haga bajo los mejores estándares.
• La comunidad energética es una sociedad que no tiene histórico de pagos, por lo que es importante que las entidades que financian la transición energética en España adapten sus estudios de solvencia para ayudar a que puedan despegar.
• Hace falta desarrollar una legislación nacional de Comunidades Energéticas Locales, para que estas puedan realizar todas las actividades que se les reconocen dentro de las directivas europeas.