El informe "Realizing the Potential of Customer-Sited Solar (Aprovechamiento del potencial de la energía solar instalada por el cliente) concluye que el rápido descenso de los costes de la tecnología solar ya ha logrado que resulte económico para los hogares y las empresas generar su propia energía en diferentes mercados. En Australia, por ejemplo, el periodo de amortización para los hogares que invierten en energía solar se ha ido reduciendo desde 2013. Gracias a ello, solo en 2020 se añadieron más de 2,5 gigavatios de energía solar residencial en el país.
Además de generar beneficios económicos para los hogares y las empresas que albergan estas instalaciones solares, también aportan beneficios más amplios en términos de reducción de las emisiones de carbono, reducción de los picos de carga y oportunidades de empleo.
"El autoconsumo solar es una gran oportunidad que a menudo se pasa por alto. Gracias al descenso de los costes y a las medidas políticas, ya se está desplegando rápidamente en algunos mercados. Es muy probable que se extienda de forma masiva", afirma Vincent Petit, director del Instituto de Investigación sobre Sostenibilidad de Schneider Electric TM y vicepresidente senior de Estrategia Global, Prospectiva y Asuntos Externos de Schneider Electric. "Esto es vital para descarbonizar el sector eléctrico y ofrece enormes beneficios adicionales para el consumidor. Es hora de apostar por esta transformación".
Poner en marcha el mercado
La experiencia demuestra que la decisión de poner energía solar se produce principalmente cuando existe un argumento económico para que los hogares y las empresas inviertan en la tecnología, normalmente en forma de altas tasas internas de rendimiento (TIR) o cortos periodos de amortización. De acuerdo con el informe de BNEF y Schneider Electric, en las regiones en las que la economía aún no ha llegado a esos puntos de inflexión, los responsables políticos están introduciendo incentivos específicos para crear condiciones de mercado favorables y acelerar el despliegue.
Un ejemplo de ello es Francia, donde los incentivos existentes hacen que la energía solar residencial pueda obtener tasas internas de rendimiento de alrededor del 18,5% (una amortización de cinco años), y las instalaciones comerciales alcanzan una TIR del 10,4% (o una amortización de nueve años). Esto ha estimulado el crecimiento gradual del mercado, hasta alcanzar unos 500 megavatios de instalaciones en 2020.
Los autores del informe advierten, no obstante, sobre el riesgo de burbujas: "Una consideración clave en la fase inicial de desarrollo del mercado es evitar un boom insostenible. El diseño de las políticas debe tener en cuenta que los costes de la energía solar seguirán bajando con el tiempo, y moderar las ayudas para reflejar esta dinámica cambiante", señalan.
Edificios de nueva construcción
Los argumentos económicos para añadir energía solar durante la construcción de nuevos edificios son especialmente sólidos. Esto se debe a que los llamados "costes blandos", como los costes de marketing y ventas, así como los costes de mano de obra y de construcción, pueden reducirse, mientras que los beneficios siguen siendo los mismos. En otros casos, como el de California, los argumentos económicos para añadir energía solar en edificios ya existentes son igual de válidos, con una TIR del 20%. No obstante, BNEF y Schneider estiman que esta cifra es dos veces majyor, con una TIR del 40%, cuando la energía solar se añade en el momento de la construcción. En Francia, la TIR de la energía solar residencial podría aumentar hasta el 28% si se añade durante la construcción, afirman.
Almacenamiento de energía y flexibilidad
A medida que los mercados solares se desarrollan y maduran, los responsables políticos y los reguladores deben fomentar, sobre todo, la adopción del almacenamiento de energía. Esto se debe a que los altos niveles de adopción de la energía solar pueden dar lugar a un exceso de producción de energía durante el día, y pueden desestabilizar la red eléctrica. "En esta etapa, la adición de almacenamiento de energía se vuelve valiosa, ya que permite almacenar la electricidad renovable para su uso durante las horas de la noche", señalan.
De acuerdo con Yayoi Sekine, responsable de energía descentralizada de BNEF, "la forma más obvia de lograr ahora esa flexibilidad son las baterías, pero el almacenamiento de energía vendrá en muchas formas, incluyendo el cambio de la demanda y el uso de vehículos eléctricos".
Entre las herramientas para fomentar el almacenamiento de energía se encuentran las tarifas de exportación ajustadas (los pagos ofrecidos a los propietarios de energía solar cuando exportan energía a la red), las tarifas eléctricas minoristas por tiempo de uso (que reflejan los menores costes de generación de la energía solar durante el día), la habilitación de pagos para que el almacenamiento proporcione servicios de red (a veces denominados pagos por agregación) y la implementación de cargos por demanda (principalmente para los clientes empresariales). En general, estas medidas pretenden que las tarifas reflejen mejor los costes de generación y de la red, pero también es probable que fomenten el almacenamiento de energía.
Países analizados
El informe investiga estos mecanismos en profundidad y ofrece análisis de casos de uso para Francia, España, Australia, California (EEUU) y Nueva Jersey (EEUU), como ejemplo de mercados en diferentes etapas de madurez.
Respecto a nuestro país, destaca que el autoconsumo solar ya está creciendo en gran medida sin subvenciones. Los analistas recuerdan que el mercado solar a pequeña escala en España se disparó en 2019 tras la eliminación del "impuesto al sol " y la simplificación de los procesos de conexión y permisos tanto para hogares como para las empresas. Esta nueva regulación ha beneficiado, especialmente, a las instalaciones industriales y agrícolas, que son el principal motor del tirón del autoconsumo en el segmento comercial en la actualidad.