Es lo que ha hecho iSiMAR. La empresa navarra tenía claro que necesitaban pasarse al autoconsumo, ya no solo por lo que supone a nivel económico, sino porque también se logra un importante ahorro de emisiones que se traducen en un beneficio para el medio ambiente. Para el proyecto de instalación de 1.352 paneles, con una potencia total de 600 kW y un coste de casi 400.000 euros, iSiMAR decidió contar con la experiencia de Contigo Energía, compañía líder en la instalación de autoconsumo fotovoltaico, que ha estado a su lado desde el principio ofreciendo asesoramiento y realizando todas las gestiones necesarias.
Se trata de una instalación de autoconsumo compartido en la que iSiMAR venderá el excedente a otras empresas de la zona. La idea surgió cuando el equipo de Contigo Energía vio que la superficie de la que disponía para realizar la instalación fotovoltaica era mayor de la que necesitaban para su óptimo consumo anual, por lo que se les planteó vender la energía que ellos no necesitaban. “Mi socio, Luis Unceta, y yo siempre hemos tenido un gran interés por las energías limpias y los beneficios que proporciona”, explica Eduardo Ruíz de Velasco, socio de iSiMAR. “La decisión que tomamos de poner placas solares en todas nuestras instalaciones nos ha permitido reducir considerablemente los costes energéticos. También nos alegra poder compartir los excedentes de energía con nuestros vecinos”.
Hasta un 40% menos en la factura eléctrica
Al principio, como el excedente no podía compensarse porque era de más de 100 kW, y superaba el límite permitido en aquel momento (previo a la aprobación del RD 244/2019), se les planteó como solución vender el excedente a red. Pero en diciembre, tras la aprobación del Real Decreto de Autoconsumo que lo cambia todo, se les propuso replantear el proyecto y vender el excedente a las empresas de alrededor, ya que, además del ahorro que la energía solar supone para iSiMAR, hay que sumarle el beneficio que obtiene con la venta del excedente.
El ahorro que Contigo Energía ha previsto para iSiMAR está entre un 30% y un 40% de su factura. Pero en verano ha ido más lejos. “Hemos reducido la factura en dos tercios respecto a los meses previos a la puesta en funcionamiento de la instalación. Estamos consumiendo de la distribuidora únicamente un 32%, el resto es autoconsumo de nuestra instalación. La factura mensual es parecida a lo que era hace 18 meses, pero podría ser mucho mayor si no hubiéramos invertido”, señala Ruíz de Velasco. “De hecho, cuando tomamos la decisión de hacer la instalación hace ya unos meses, pensábamos en un horizonte de amortización de 10 años. A los precios actuales puede ocurrir que se amortice mucho antes, en 4 años, y eso sin tener en cuenta subvenciones ni ayudas fiscales”.
Compartir la energía solar con los vecinos
La idea de compartir la producción solar con las empresas vecinas surgió de Contigo Energía, que entiende que el modelo de autoconsumo compartido recibirá un importante empujón por parte de las administraciones. Pero ha sido iSiMAR, única inversora de la instalación y, por lo tanto, dueña, la encargada de contactar y acordar de forma individual las condiciones con las empresas vecinas, que ahorrarán entre un 10% y un 20% en su factura, además de bajar el precio de su kWh. “Conocemos a las empresas y no fue difícil convencerles de que es beneficioso, tanto económicamente como por los beneficios de impacto ambiental que ofrece”, apunta Luis Unceta. Que, además, incide en la percepción que pueden tener sus clientes al conocer una medida de este tipo. “La sostenibilidad es uno de los ejes estratégicos de iSiMAR. Uno de nuestros pilares estratégicos se denomina #berespectful (sé respetuoso). Estamos muy contentos de poner nuestro granito de arena en esa área que, por otro lado, es muy valorada por nuestros clientes. Hay muchas cadenas de hoteles, por poner un ejemplo, que tienen políticas de eliminación de plásticos al máximo y que nos requieren datos sobre nuestros materiales y su reciclabilidad, así como nuestro impacto ambiental en la fabricación”.
La instalación generará unos 824.000 kWh, lo que equivale en el mix eléctrico a unas 226 toneladas de CO₂ al año. “Estamos muy satisfechos de nuestra labor con iSiMAR –explica Jorge González Cortés, presidente de Contigo Energía–. El proyecto es un ejemplo más del futuro del consumo energético y los múltiples beneficios que trae, tanto en términos de coste energético como para el medio ambiente”.
La única condición legal para este modelo es que todas las empresas que participen deben pertenecer a la misma comercializadora. Algo que ha resultado muy fácil en este caso, ya que la matriz de Contigo Energía es Gesternova Energía, que comercializa electricidad exclusivamente de origen 100% renovable desde 2005. Además de facturar, la energética es la que se encargará de asignar unos coeficientes de energía a cada una de las empresas participantes en el reparto, además de encargarse de todas las gestiones necesarias para que iSiMAR pueda vender el excedente.
¿Cómo se reparte la energía producida entre las empresas participantes?
El reparto de la producción de la instalación solar se realiza por acuerdo entre las empresas consumidoras asociadas e iSiMAR, que es la empresa productora. Los consumidores asociados firman un acuerdo con los criterios de reparto de la energía de la planta. Este acuerdo será remitido individualmente por cada consumidor a la empresa distribuidora.
Las empresas consumidoras no están conectadas para compartir la energía generada por la planta. Cada empresa está conectada a la red a través de su contador de suministro y la planta está conectada a la red por un contador de generación neta. Los contadores de cada una de las empresas son bidireccionales y tanto distribuidora como comercializadora reportan dónde se consume la energía producida. A la finalización de los periodos de facturación la distribuidora leerá el contador de generación neta horaria de la planta y proporcionará a las respectivas comercializadoras toda la información necesaria para que pueda realizar la facturación y la compensación a cada una de las empresas consumidoras.
