La Universitat de les Illes Balears va a convertir su campus "en un modelo líder a escala mundial en cuanto a la integración de las tecnologías de gestión de las infraestructuras energéticas y ambientales". Y lo va a hacer mediante un proyecto que han elaborado el Departamento de Ingeniería Industrial y Construcción y el Servicio Técnico y de Infraestructuras de la propia UIB, "lo cual ha permitido un ahorro de recursos considerable y poder adaptar el proyecto a las particularidades del campus". Las medidas que se incluyen en el Proyecto harán posible que la Universidad genere más del 100% de la energía que consume anualmente y deje de emitir, también anualmente, más de 2.868,51 toneladas de CO₂. "Así pues -explican desde la Universidad-, la iniciativa permitirá que la UIB avance en el compromiso de lograr la neutralidad en la huella de carbono antes del año 2030". Las actuaciones previstas en el proyecto se iniciarán a lo largo de este último trimestre del año y está previsto finalicen en el verano de 2025.
Escalable y replicable
El modelo de gestión que se prevé implantar en la UIB, que quiere servir como "banco de pruebas", aspira a ser "escalable (...) y referente para la aplicación a otras instituciones, entidades locales, polígonos industriales, etcétera". En total -informa la Universidad-, se instalarán infraestructuras de generación fotovoltaica con una potencia de 6,56 megavatios pico que irán acompañadas de la instalación de sistemas de acumulación de energía integrados por 5 MWh mediante baterías de tipos LiFePO4 y más de 100 kWh a partir de baterías de segunda vida de vehículos eléctricos que se distribuirán en diferentes edificios y zonas del campus.
UIB explica
«Este conjunto de instalaciones se controlará mediante una red inteligente que hará posible el control y la gestión eficiente de los recursos energéticos descentralizados que integran el proyecto. El proyecto de transformación energética del campus, además, se integrará en el sistema de captación de datos relacionados con el consumo de electricidad y de agua, de medida de la ocupación de espacios docentes y de medida de datos ambientales de que ya dispone la Universidad. Todo ello permitirá que la UIB disponga de una herramienta tecnológica innovadora dedicada a optimizar al máximo la generación y el consumo de energía en el campus»
«El diseño que se plantea rehuye el modelo de una gran planta generadora y, en cambio, opta por un reaprovechamiento del entorno urbano ya construido, de forma que se potencia el aprovechamiento de las cubiertas de edificios, espacios de aparcamiento y zonas afectadas por infraestructuras de transporte. Se han descartado, por lo tanto, propuestas que suponían un impacto más grande en cuanto a la ocupación del espacio natural del campus»
«Así pues, el 54% de la superficie que ocupa el proyecto se sitúa en cubiertas, aparcamientos y áreas antropizadas, y supone aproximadamente el 50% de la generación y de la reducción de toneladas de CO₂ por año»
El proyecto para el cual ahora se ha obtenido financiación permitirá utilizar (véase aquí el plano general) las cubiertas de los edificios Gaspar M. de Jovellanos, Anselm Turmeda, Interdepartamental, Antoni Maria Alcover y Alcornocal y Archiduque Luis Salvador. El resto de edificios del campus, o bien ya disponen de financiación para ejecutar instalaciones de captación solar a mediante otros proyectos, o bien se ha previsto que estas instalaciones se hagan en un tiempo próximo a través de proyectos que optan a otras convocatorias de financiación.
También se ubicarán instalaciones fotovoltaicas encima de cubiertas de marquesinas de los aparcamientos anexos en el edificio Anselm Turmeda, el caminal de Formentera, Caso Jai, el edificio Archiduque Luis Salvador y Can sus Llucies.
Estas instalaciones fotovoltaicas -recuerdan desde la UIB- permitirán hacer cumplir la obligación legal de cubrir con placas solares los espacios destinados a aparcamientos de titularidad pública que ocupen una área total superior a los 1.000 metros cuadrados, de acuerdo con la Ley 10/2019 de cambio climático y transición energética.
A la vez, se podrá preservar la cubierta vegetal del aparcamiento próximo al edificio de los Servicios Científico-técnicos y de los institutos universitarios de investigación, donde se ubican varios árboles de especies de especial interés.
Para alcanzar un 100% de autoconsumo en el campus, ha sido necesario -explican desde la UIB- plantear instalaciones de generación fotovoltaica sobre el terreno en diferentes lugares del campus, "la gran mayoría de los cuales ya se encuentran afectados por otras infraestructuras; es el caso de los terrenos del metro y la ampliación hasta el Parque Bit, los terrenos del aljibe general ubicado detrás del edificio Archiduque Luis Salvador y los alrededores, y una área próxima al edificio Cas Jai". La actuación sobre estas áreas permitirá cubrir cerca del 50% de la demanda eléctrica, y a la vez reducir 1.462,83 toneladas anuales de CO₂.
Renaturalización del campus
Los cambios previstos en el proyecto de transición energética se llevarán a cabo en paralelo a las medidas de renaturalización del campus de la UIB, "que tienen que permitir recuperar y valorar diferentes espacios naturales del campus".
Los árboles afectados por la instalación de las infraestructuras de captación solar se replantarán en el campus. Uno de los espacios donde se reubicarán es el camino de peatones que transita desde el edificio Beatriu de Pinós hasta el edificio Mateu Orfila y Rotger, con el objetivo de incrementar la densidad de la cobertura vegetal de este entorno.
Además, con la intención de integrar las nuevas infraestructuras, se prevé el ajardinamiento de ciertos espacios del campus.
También se propone que el campus incorpore un nuevo espacio peatonal en el tramo del caminal de Ibiza ubicado entre el edificio Anselm Turmeda y el nuevo edificio Interdepartamental. Este nuevo espacio también se reforestará.
La biodiversidad del campus se enriquecerá con un arborètum, un espacio paisajístico donde se plantarán especies de árboles de varios ecosistemas con la intención de convertirlo en un museo de árboles con vocación pedagógica. Este nuevo espacio se ubicará a los terrenos situados detrás el salón de actos del edificio Son Lledó.
A la vez, los huertos urbanos cambiarán de ubicación y se situarán en el espacio próximo al Arqueòdrom, a tocar del edificio Son Lledó.
El objetivo es unir los diferentes espacios naturales y formar un corredor verde que atravesará el campus de norte a sur y que tiene que contribuir a la descarbonización fijando parte del CO₂ de la atmósfera.
Simultáneamente -explican desde la UIB-, este pulmón verde "dibujará un paisaje agradable, apto para fomentar la práctica de actividades deportivas y el contacto con la naturaleza, no solo para los miembros de la comunidad universitaria, sino también para la ciudadanía en general".
Estrategia de sostenibilidad
El conjunto de actuaciones se inscribe en la Estrategia de sostenibilidad de la Universitat de les Illes Balears, una iniciativa que tiene como objetivo general transformar la Universidad en un modelo de sostenibilidad y de compromiso con la preservación del medio ambiente. La estrategia de sostenibilidad responde a una visión de la Universidad que, como agente de transformación social, promueva el progreso basado en el conocimiento científico y la innovación, sostenible socialmente, ambientalmente y económicamente.
La estrategia de sostenibilidad se inscribe a la vez en el Pla estratègic universitari 2023-2027, un documento que recoge 45 objetivos prioritarios que tienen que guiar la actividad de la Universidad de aquí a final del año 2027. Uno de estos objetivos es, precisamente, incorporar el valor de la sostenibilidad a la gestión mediante l‘Estrategia de Sostenibilidad de la UIB.
La convocatoria competitiva que ha ganado la UIB ha tenido lugar en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España.