Ubicada en Trujillo (Cáceres), la planta, que tendría unos 30.000 metros cuadrados, quiere acoger hasta 600 reactores de plasma, que serán alimentados por una instalación solar fotovoltaica para autoconsumo de 120 megavatios, que contará con una serie de baterías adicionales con capacidad para 180 MWh, "de cara a maximizar la aportación de energía directamente con autoconsumo solar". La presentación del proyecto, que lideran Diamond Foundry y la compañía Powen, especializada en energía solar fotovoltaica, ha tenido lugar hoy en Mérida en un acto que ha encabezado el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y en el que también ha participado Raúl Blanco Díaz, secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa (Gobierno de España).
El proyecto, que demandaría -según los datos facilitados por la Junta- una inversión de 670 millones de euros, está sujeto aún en todo caso -según sus promotores- a la ayuda y al apoyo financiero público del Ministerio de Industria y de la Junta de Extremadura. La fábrica de diamantes permitiría -según sus impulsores- la creación de "300 puestos de trabajo directos".
Durante el evento, Martin Roscheisen, jefe ejecutivo de Diamond Foundry, ha explicado que su empresa ha optado por instalarse en Trujillo habida cuenta de las aptitudes de este territorio para generar la energía eléctrica de fuentes renovables que requiere el proyecto. Roscheisen ha concretado que la factoría se dedicará principalmente a la fabricación de diamantes para semiconductores que utilizan tecnologías como el 5G y los coches eléctricos y ha explicado que el proyecto se encuentra actualmente en la fase de solicitar los permisos necesarios.
El presidente del gobierno extremeño, Guillermo Fernández Vara, se ha comprometido a trabajar para que en los próximos meses los trámites burocráticos puedan estar avanzados, si no finalizados. Vara ha dicho además que Extremadura es el mejor lugar del mundo para las empresas: “tenemos terreno, agua, sol, seguridad política y ciudadana, gente preparada para trabajar y leyes medioambientales y urbanísticas y simplificación administrativa. Tenemos mejores cartas que hace 50 años, ahora depende de nosotros, de nuestra capacidad para hacerlo posible“.