El Ente Vasco de la Energía ha obtenido una nueva ampliación que supera los 32 millones de euros para el presupuesto de los programas dirigidos al autoconsumo y a la implantación de renovables térmicas. Con esta ampliación, desde Euskadi ya se gestionan más de 127 millones de euros en subvenciones para impulsar la puesta en marcha de nuevas instalaciones de autoconsumo y de renovables para obtener calor. El conjunto de estas tecnologías subvencionadas para hogares podría, por ejemplo, abastecer las necesidades eléctricas de una vivienda, así como el agua caliente y la calefacción utilizada en la misma.
Ayudas al autoconsumo
El programa de ayudas destinado al autoconsumo mediante producción solar fotovoltaica o minieólica, a la implantación de sistemas de almacenamiento de esta energía generada, así como a las fuentes renovables no eléctricas como la biomasa, la solar térmica, la geotermia o la aerotermia (destinadas a la obtención de calor para diferentes usos), cuenta con 27,7 millones de euros adicionales para apoyar nuevas instalaciones. En total, este programa cuenta con 106,7 millones de euros para este fin en los diferentes sectores. Las solicitudes recibidas hasta la fecha ascienden a 10.722, de las cuales se han tramitado ya 8.200. El nuevo presupuesto permitirá atender las solicitudes restantes y apoyar aquellas que cumplan con los criterios de adjudicación.
Ayudas a instalaciones renovables térmicas
Estas ayudas destinadas a la puesta en marcha de instalaciones de energías renovables térmicas en diferentes sectores económicos y en la Administración Pública cuentan a partir de ahora con 4,76 millones de euros adicionales, lo que suma un presupuesto total de 21,2 millones de euros. El nuevo presupuesto permitirá atender el conjunto de nuevas solicitudes que cumplan con los criterios de adjudicación. En total, este programa apoya nuevas instalaciones en el conjunto de sectores industrial, agropecuario, servicios, edificios no residenciales, establecimientos e infraestructuras del sector público, y/u otros sectores de la economía, contribuyendo de este modo a cumplir los objetivos de la Estrategia Energética de Euskadi al año 2030 en materia de uso de energía procedente de fuentes renovables.