El Manual para una comunidad energética rural, que está alojado en ree.es, ofrece información útil y consejos prácticos "para ampliar el conocimiento, las alianzas y los recursos necesarios para diseñar paso a paso y gestionar una comunidad energética". Entre otras cuestiones, el Manual (que es descargable) explica las figuras jurídicas más adecuadas para constituirla, sus normas de funcionamiento y las diferentes alternativas de financiación. Ademas, visibiliza también diversas iniciativas existentes a lo largo y ancho del territorio español "y que tienen como nexo común -explican desde REE- ser proyectos que fomentan las energías renovables para satisfacer las necesidades y expectativas de las generaciones presentes y futuras que decidan habitar el territorio rural, y que les permitirán dirigirse hacia mayores cotas de autoabastecimiento". Muchas de estas iniciativas -añaden desde Red Eléctrica- están fuertemente vinculadas "a modos de vida y costumbres tradicionales en el uso del agua, de la biomasa, del sol y del viento".
Beatriz Corredor, presidenta del Grupo Red Eléctrica: “el medio rural es clave en una transición energética que pasa obligatoriamente por las energías renovables y por un mayor protagonismo ciudadano. Las comunidades energéticas son el marco apropiado para ello. Gracias a ellas, los habitantes de nuestros pueblos se sitúan en el centro de un mercado energético más democrático, sostenible e inclusivo; se convierten en actores en el acceso a la energía renovable; y construyen un ecosistema colaborativo entre territorios e iniciativas capaces de transformar e impactar positivamente desde lo local a lo global”
Joan Groizard, director general del IDAE (fragmento extraído de la introducción del Manual
«El impacto de las comunidades energéticas rurales trasciende el sector energético: combaten el cambio climático, reducen la pobreza energética y promueven mejoras sociales en la comunidad. Sin duda, suponen una figura relevante en el entorno rural, también por su capacidad para abordar el reto demográfico: no solo dinamizan la actividad local y generan empleo, sino que reducen la factura energética y promueven la generación renovable, contribuyendo a generar entornos limpios y competitivos y, así, fijar población. Están plenamente alineadas con el compromiso del Gobierno por la transición energética justa y la cohesión social y territorial»
Uno de los ejemplos recogidos en el Manual es el caso de la asociación Hacendera Solar, de Castilfrío de la Sierra (Soria), la primera comunidad energética rural constituida en España. Promovida por Grupo Red Eléctrica, el ayuntamiento del municipio y la cooperativa Megara Energía, esta comunidad está cubriendo el 69,84% de la demanda eléctrica del consistorio y reduciendo su huella de carbono en 4,79 toneladas de CO2 equivalentes al año. El ayuntamiento de Castilfrío ha ahorrado casi 3.500 euros (un 64,27% de su gasto eléctrico total) durante el primer año de explotación de la comunidad. La iniciativa tiene vocación de escalar a los 16 municipios de la mancomunidad de Tierras Altas.