En España hay 10 millones de "tejados residenciales disponibles" que pueden ser "transformados fácilmente en pequeños productores de electricidad verde y barata". Estos 10 millones de tejados podrían acoger hasta cincuenta mil megavatios de nueva capacidad de generación distribuida, cifra (50.000 MW) que podría absorber "un 26% de la demanda de electricidad de todo el país" o todo el consumo de todos los hogares españoles. Son algunos de los datos que recoge el informe “La Revolución de los Tejados: una ruta alternativa hacia la descarbonización”, informe que destaca que la generación distribuida (las instalaciones solares para autoconsumo) sigue siendo muy marginal en España (donde apenas ha penetrado un 5%), porcentaje que está "muy lejos" de los números que registran otros países, como Alemania (20%) u Holanda (35%). Y eso que las horas de Sol en España son muchas más que en esas otras latitudes. Las 2.500 horas de Sol de nuestro país se traducen -destacan los autores del informe- en un rendimiento de las instalaciones solares en España "mayor al 50% del que experimentan, por ejemplo, en Alemania".
El potencial y lo que hay
Pero los diez millones de tejados solares potenciales que vislumbra el informe están muy lejos de la Foto del Autoconsumo en la España de 2024. Según APPA Renovables, que publicó hace apenas unas semanas su Informe Anual 2023 del Autoconsumo Fotovoltaico, actualmente hay en España unos 410.000 tejados solares residenciales, que suman una potencia conjunta de algo menos de 2.000 megavatios. APPA también ha hecho las cuentas del ahorro medio que, en 2023, esas instalaciones le han supuesto a sus usuarios.
Según la Asociación, la instalación media residencial puesta en marcha en 2023 ha sido de 4,7 kilovatios de potencia y ha requerido una inversión media de 7.085 euros. Pues bien, si esa instalación solar fotovoltaica para autoconsumo hubiera estado en marcha desde el 1 de enero, le habría ahorrado a su propietario durante los doce meses del año una media de 977 euros.
El informe “La Revolución de los Tejados: una ruta alternativa hacia la descarbonización”, que ha elaborado (y publicó ayer) la empresa Holaluz, maneja otros guarismos. Según esta comercializadora de electricidad, una instalación solar residencial para autoconsumo puede llegar a ahorrarle a una familia hasta 4.220 euros al año, que es el importe -destacan los autores del informe- que suman las facturas de la electricidad, el gas y la gasolina en un hogar medio. La comercializadora calcula así que "la implantación de estas tecnologías en los 10 millones de viviendas con potencial solar supondría un ahorro de 75.000 millones de euros para las familias prosumidoras".
Sea como fuere, los argumentos que plantea “La Revolución de los Tejados..." a favor del autoconsumo son sólidos. Para empezar, los autores del informe recuerdan que un mix energético con un alto porcentaje de generación distribuida (muchas instalaciones en muchos tejados dispersas por todo el territorio) es mucho más eficiente que un mix en el que hay grandes instalaciones de generación de electricidad (generación centralizada, por oposición a generación distribuida) alejadas de los grandes centros de consumo (grandes ciudades o polígonos industriales) a los que hay que transportar esa electricidad.
"Hay que tener en cuenta que el 10% de la energía que se produce se pierde durante el transporte -apuntan desde la comercializadora-. En el sistema energético español -estiman- eso se traduce en la pérdida de 26.000 gigavatios hora, o lo que es lo mismo, el equivalente al consumo total de energía de la Comunidad Valenciana en un año. Estamos hablando de unos costes en 2023 de más de 2.180 millones de euros”. Los autores del informe proponen así que se incentive la "energía verde kilómetro cero. Recursos distribuidos, como los tejados solares, que permitan consumir la energía donde se produce y cuya instalación puede hacerse en unas horas".
El informe destaca, en ese sentido (el coste de las redes), el ejemplo de Australia
«Australia es uno de los líderes mundiales en aprovechamiento del recurso solar renovable. La energía distribuida es parte fundamental de este éxito. Actualmente hay instalados más de 15.000 MW en recursos solares distribuidos. Casi una de cada tres viviendas unifamiliares tienen ya tejados solares generando más de un 8% de la electricidad de todo el país. Es una cuarta parte de la generación renovable total, y casi el doble de lo que generan las instalaciones solares en planta. El despliegue de políticas públicas de incentivo ambiciosas en los últimos años ha sido clave para que Australia sea líder en energía distribuida. Los objetivos son aún ambiciosos: para 2030 se estima que habrá instalados 35.000 MW y la mitad de viviendas tendrá tejados solares»
«Australia plantea a través de su Hoja de Ruta alcanzar las emisiones cero en 2050. Para ello, centrará sus esfuerzos en el despliegue de la energía descentralizada, la electrificación, la valorización de la flexibilidad y la digitalización de redes. En 2050 hasta el 45% del mix eléctrico procederá de los tejados solares, alcanzando los 72.000 MW en generación distribuida acompañados de 87 gigavatios hora de baterías detrás del contador. Esto supone un despliegue de energía distribuida de cerca de 65.000 MW en el periodo 2017-2050»
«Australia calcula que la implementación de la Hoja de Ruta hasta el 2050 ahorrará al sistema 28 mil millones de euros de gasto en redes de distribución y transmisión al reducir la necesidad de inversión y los costes operativos»
La Revolución de los Tejados: una ruta alternativa hacia la descarbonización. Páginas 17 y 29
Habida cuenta de todos esos beneficios -explican desde la comercializadora- en Australia "se ha estimado que el 40% del coste de una instalación solar distribuida es revertido directamente al sistema en ahorros en redes de transmisión y distribución".
El informe destaca además otras dos virtudes del autoconsumo solar fotovoltaico: (1) el aprovechamiento de los 10 millones de tejados solares potenciales (la instalación de los susodichos 50.000 megavatios de nueva potencia) "tendría un especial impacto en la descarbonización de la economía, con una reducción -estiman los autores del informe- de 15 millones de toneladas de emisiones de CO2, un tercio de las emisiones actuales del sector". Y (2) el aprovechamiento de infraestructuras existentes (como los tejados) evita por otro lado "realizar transformaciones irreversibles y con gran afectación en el territorio".
El autoconsumo (y el creciente parque de generación renovable) se enfrenta sin embargo a un reto, según reconocen los autores del informe.
«La transformación a un modelo basado en renovables requiere que el sistema energético cuente con recursos que aumenten su flexibilidad. Solo así se puede garantizar que la producción de energía verde se integre adecuadamente en el sistema.
En un sistema con 19.000 MW de autoconsumo y 160.000 de renovables (81% de penetración renovable en el mix), como el previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para 2030, será fundamental aumentar los recursos de flexibilidad que garanticen el suministro en momentos de baja producción y eviten los vertidos en momentos de alta generación renovable.
El almacenamiento es un aliado fundamental. Permite guardar la energía cuando se genere más de lo que se necesita y utilizarla cuando no haya suficiente. Es un equilibrador del sistema que podemos adaptar a cada circunstancia. De ahí que sea flexible.
El almacenamiento distribuido convierte el reto de la integración renovable en una oportunidad para tener un sistema eléctrico más eficiente, sostenible y flexible»
Solar Power Europe señala, según recoge el informe, que en el conjunto de la Unión Europea, el 27% de los hogares con tejado fotovoltaico tiene también instalada una batería detrás del contador. La asociación del sector solar fotovoltaico europeo estima además que para 2026 el parque de baterías en el sector residencial podría superar los 44 GWh.
La solución del "almacenamiento distribuido"
El informe “La Revolución de los Tejados: una ruta alternativa hacia la descarbonización” destaca también las virtudes del almacenamiento.
«El almacenamiento distribuido puede basarse en varias tecnologías que aportan, cada una de ellas y combinadas entre sí, flexibilidad al sistema. La combinación más habitual y más ampliamente probada son los paneles solares junto a sistemas de gestión de energía en el hogar (sobre todo baterías, vehículo eléctrico y aerotermia).
Los tejados solares (individuales y colectivos) generan la energía necesaria. Esta se acumula en las baterías y se descarga cuando es más conveniente y barato. Las baterías del coche eléctrico se programan para que se carguen directamente de los paneles solares o de la red en horas de bajo coste. La aerotermia y los sistemas inteligentes en el hogar (la domótica) también ayudan a gestionar la energía de forma más eficiente. Por ejemplo, ajustando el termostato para calentar el agua cuando el precio es inferior y que esté lista cuando se necesite. Más flexibilidad y equilibrio para el sistema.
Las sinergias entre estos recursos son muy poderosas. Se estima que, en el sector residencial, una instalación de autoconsumo solo cubre un 40% del consumo de la vivienda, debiendo tomar de la red el 60% restante. Y a pesar de ello produce gran cantidad de excedentes. Esto se debe a que el momento en que se realiza el consumo no coincide con las horas de mayor generación solar. Con almacenamiento distribuido, se alcanza el verdadero autoconsumo: se podría cubrir un 100% del consumo del hogar, frente al 40% que cubre la instalación sin él»
Pérdidas, otro ítem a cuantificar
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia estima que las pérdidas de electricidad en el periplo (transporte y distribución) que la energía ha de hacer entre los centros de generación y los consumidores residenciales y/o pequeña industria con tarifas de baja tensión se elevan hasta el 18%. Este problema podría evitarse con energía de kilómetro cero, o sea, con electricidad generada en el tejado de casa. Y esta solución ahorra además un cierto coste.
A saber: en España -explican los autores de "La Revolución de los Tejados..."-, los consumidores pagan por la electricidad que se genera en las centrales, es decir, que el precio por kilovatio hora (kWh) de la factura de la luz incluye las pérdidas de electricidad que se producen hasta que al usuario le llega la energía.
Así, cada kWh perdido nos genera un sobrecoste. "La Revolución de los Tejados..." calcula que los costes por pérdidas del sistema se elevaron por encima de los 2.180 millones de euros en 2023. "Por tanto -sostiene el informe-, apostar por la energía distribuida no solo contribuye a un sistema más eficiente, sino también a una electricidad más barata".
Además, reducir pérdidas (porque produces en el tejado, ergo no tienes que traerte la electricidad desde horizontes lejanos) también reduce -insisten los autores del informe- la inversión en redes de transporte y distribución.
Compensaciones para el autoconsumidor
El informe recoge en ese sentido la experiencia de Minnesota, en Estados Unidos, donde aplican desde hace más de cinco años nuevas fórmulas para hacer la factura más justa. Incluyen en ella una “tasa de valor de la energía solar” que funciona como una compensación a los consumidores por los costes evitados por sus instalaciones de generación distribuida.
Por el ahorro en evitar el despliegue de nuevas centrales, almacenamiento a gran escala y redes de transporte y distribución -explican los autores de "La Revolución de los Tejados..."- se devuelven hasta 6 céntimos/kWh. "Esta solución -añaden- supondría un ahorro de 200 euros al año para un hogar medio en España".
Más aún, según "La Revolución de los Tejados...", el ahorro podría alcanzar los 450 euros al año si se incluyesen otros conceptos que también se tienen en cuenta en la tasa de valor de energía solar, como los costes medioambientales y el uso de combustible evitados por la generación distribuida, o los costes de operación y mantenimiento de grandes plantas renovables.
El informe concluye planteando una serie de propuestas "para continuar avanzando en el despliegue de la generación distribuida en España". Son estas.
1. Simplificar la tramitación de los esquemas de energía compartida, entre otras cosas, dándole mayores competencias al gestor de autoconsumo (que es la figura que actúa como representante de los consumidores asociados a una instalación de autoconsumo colectivo y ha sido inicialmente desarrollada por la Guía de autoconsumo del IDAE); permitiendo que se actualicen los coeficientes de reparto de forma sencilla y frecuente (ahora solo se puede hacer cada cuatro meses); o incorporando a la regulación "nuevos modelos de autoconsumo colectivo" que la comercializadora detalla en su informe.
2. Habilitar la participación no discriminatoria de los recursos 2 distribuidos en los mercados. ¿Por ejemplo? Permitiendo cargar las baterías con electricidad de la red cuando haya exceso de generación renovable para descargarse cuando para falta de esta generación renovable.
¿Otro ejemplo? Eliminando "las barreras para la participación de los recursos distribuidos en los mercados eléctricos". En diciembre de 2023 -explican los autores de "La Revolución de los Tejados..."-, la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) publicó un informe detallando las barreras de entrada de los recursos distribuidos en los mercados eléctricos. En el análisis por países, ACER destaca como mayor barrera en España la existencia de requisitos restrictivos a la prestación
de servicios de equilibrio y gestión de la congestión. Y ahí es el regulador otra vez el que tiene que deshacer el nudo.
3. Incentivar la adquisición de sistemas de energía distribuida por parte de los consumidores a través de sistemas de financiación, incentivos fiscales o ayudas públicas. En ese sentido, la comercializadora revela en su informe que "durante el año 2023, el 15% de las compras de sistemas solares de Holaluz por parte de clientes residenciales, que buscaban financiar su adquisición a través de bancos, tuvieron que ser anuladas debido a la negativa de las entidades bancarias a otorgar el financiamiento necesario incluso cuando esta financiación es de tipología sostenible”.
Y con las baterías sucede lo mismo. Hacen falta incentivos. "En el 2023 -concreta el informe-, el 10-15% de las instalaciones solares residenciales españolas han integrado una batería versus el 70% de países del norte de Europa como Alemania".
Para incentivar, "La Revolución de los Tejados..." propone
(1) "eliminar o reducir el IVA a las instalaciones solares y de baterías detrás del contador y el IVA de los materiales empleados en estas instalaciones, siguiendo el ejemplo de Alemania, y tal y como permite la normativa europea desde 2022";
(2) dotar de fondos de financiación verde “ICO” para productos solares para clientes residenciales con nuevas fórmulas de financiación como son el renting o el leasing solar "y para financiación bancaria a tipos reducidos respecto a los productos bancarios actuales, cuyos tipos de interés exceden el 7-8% anual"; y
(3) dotar un presupuesto para subvenciones directas al autoconsumo residencial (similar al Plan Moves de impulso a la compra de vehículos eléctricos).
4. Alinear los objetivos de las empresas que realizan actividades reguladas 4 (transporte y distribución) con los objetivos de la transición energética. "Durante 2023 hemos presenciado -denuncia el informe- la ola de reclamaciones y denuncias de las empresas de autoconsumo hacia las distribuidoras" (las distribuidoras son las encargadas de la conexión de nueva potencia renovable a las redes de distribución, incluidas las instalaciones de autoconsumo solar).
En ese sentido, desde la comercializadora se quejan de que, aunque la regulación obliga a que los autoconsumos se activen en menos de 2 meses, "nos encontramos con tiempos de hasta un año para contratos de autoconsumo colectivo y autoconsumos de mayor tamaño". ¿La causa? "La interlocución con las empresas distribuidoras, cuyos sistemas informáticos y procesos internos no evolucionan a la velocidad que lo hace el sector".
La comercializadora, que asegura ya ha transformado hasta 14.000 tejados "en productores de energía verde", sugiere "repensar los sistemas de incentivos de las distribuidoras" y "redefinir los requisitos de los planes de inversión en redes para que estén alineados con los objetivos nacionales". En fin: incentivar de algún modo a las distribuidoras (Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y compañía) para que destinen recursos a nuevas actividades como la gestión del autoconsumo o a realizar mejoras operativas a través de la digitalización y la modernización de modo que se facilite "la conexión y gestión de los recursos distribuidos kilómetro 0".
Y 5. Contar con datos públicos y objetivos de generación distribuida. Para poder evaluar el ritmo de despliegue de la generación distribuida y la calidad de las políticas públicas de acompañamiento, "es imprescindible -sostienen los autores del informe- contar con datos públicos que nos muestren su evolución. Estos datos no solo facilitan la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de recursos energéticos, sino que son fundamentales para tomar decisiones informadas y estratégicas".
Informe La Revolución de los Tejados: una ruta alternativa hacia la descarbonización