Más de medio millón de tejados solares. Es uno de los muchos datos que ha hecho públicos la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) en su último Informe Anual del Autoconsumo Fotovoltaico. Los números más gruesos son los siguientes: el sector ha puesto en marcha en 2024 algo más de 73.000 instalaciones solares FV en domicilios particulares. La instalación media tiene algo menos de cinco kilovatios (4,7 kW). Con esos números, el sector residencial ha añadido a su cuenta un total de 346 megavatios de nueva potencia FV, de modo tal que, a día de hoy, y según los datos recabados por APPA Renovables, en España hay 483.930 instalaciones solares FV para autoconsumo "residenciales", entre todas las cuales suman 2.281 megavatios de potencia de generación de electricidad.
Casi 2.300 megas repartidos por los tejados y cubiertas de viviendas unifamiliares y, en muy menor medida, bloques de pisos. En definitiva, potencia equivalente (algo más en realidad) a la que suman los dos reactores nucleares de Almaraz (Almaraz I tiene 1.049 megavatios; Almaraz II, 1.044 MW).
Los números del autoconsumo residencial han sido en 2024 muy flojos si los comparamos con los del bienio inmediatamente precedente. La ola del autoconsumo, que tuvo lugar en el 22, al calor de las subvenciones a fondo perdido que repartió el Gobierno, se ha ido desinflando conforme han ido agotándose esas ayudas. El sector cerró así un histórico 22, con 1.024 megavatios de potencia instalada en los hogares españoles; retrocedió hasta los 527 megas residenciales en el 23; y se ha quedado en los 346 megavatios en 2024, un tercio del registro top de dos años atrás (-34,4%).
En lo que se refiere al número de instalaciones la caída es brutal, tal y como se aprecia en la imagen anterior. El sector puso en marcha hasta 217.000 autoconsumos en el 22; la mitad en el 23; y apenas 73.400 este curso pasado.
El sector industrial también ha caído en este último curso de manera considerable (-24,4%, con respecto a lo instalado en 2023), y también ha dejado un registro muy inferior al establecido en el mejor año de la serie histórica (2022). Según el Informe anual de APPA, industrias y comercios instalaron 1.625 megavatios de potencia FV sobre sus cubiertas en 2022; añadieron 1.416 megas de autoconsumos en el 23; y han firmado solo 1.085 en 2024.
Así las cosas, el parque nacional de autoconsumos FV acumulado por las empresas supera hoy los seis mil megavatios (6.304 MW).
En cuanto a las instalaciones, el número también ha caído, en este caso de manera vertiginosa. El sector firmó 23.000 instalaciones industriales en 2022 (15.500 en 2023) y solo se ha anotado 6.000 en 2024.
Eso sí, la instalación tipo industrial ha aumentado de tamaño en 2024, hasta los 180 kW, guarismo que dobla el registrado en 2023 (noventa kilovatios de potencia de media) y es 2,5 veces la potencia media de 2022 (70 kW).
¿Motivo de ese mayor tamaño demandado por el cliente industrial? “El consumidor industrial está llevando a cabo los proyectos porque los analiza bajo criterios objetivos y ve claros los ahorros”, señalaba contundente el presidente de la sección de Autoconsumo de APPA, Jon Macías, el día de la presentación del informe.
En 2024 el sector ha instalado, en resumen, 1.431 MW de autoconsumo fotovoltaico en España, lo que supone un recorte de más de veinticinco puntos (-26,3%) con respecto a los 1.943 MW que instaló en 2023. La contracción de la potencia instalada industrial (-23,4%) fue menor que la residencial (-34,3%). En total, España cuenta a día de hoy con 8.585 MW (6.304 industriales y 2.281 residenciales), según los datos de APPA.
La ralentización es pues inequívoca.
“Sin medidas concretas como las que hemos reclamado al regulador, está claro que no se alcanzarán las metas”, ha recalcado Jon Macías. Junto a él ha estado en la presentación del informe José María González Moya, director general de APPA Renovables, que ha destacado que, en todo caso, “el coste de la tecnología es hoy más bajo que nunca" y que ha introducido un matiz: la instalación se ha animado algo a finales de 2024.
Para revertir la caída, la Asociación reclama "medidas concretas" de impulso a esta solución de ahorro (el autoconsumo ahorra energía y ahorra dinero).
“Si marcamos unos objetivos a 2030 [el Gobierno quiere que haya instalados en ese horizonte 19.000 megavatios en autoconsumos] debemos poner las herramientas para alcanzarlos; si no lo hacemos, las metas no tienen ningún valor”, ha dicho Macías.
Entre las medidas que plantea APPA, González Moya ha destacado cuatro: desgravación fiscal de al menos el 25% en el impuesto de sociedades o en el IRPF; simplificación administrativa; mayor facilidad de acceso a las redes; o cumplimiento efectivo de la reserva del 10% de capacidad, algo que APPA denuncia no se está cumpliendo: el regulador estableció que había que reservar un 10% de capacidad para que los autoconsumos pudieran acceder a la red y esa reserva no está materializándose, lo que obliga a muchos autoconsumidores industriales por ejemplo a "capar" sus instalaciones solares los fines de semana, cuando cierran la fábrica, para que no vierta electricidad a la red, electricidad que se deja de producir, con el consiguiente menoscabo en términos económicos y ambientales (kilovatio hora solar que no produce España, kilovatio hora que ha de producir con otro "combustible", como el gas o el uranio de la nuclear (las tienen que “capar” porque las distribuidoras no les permiten verter la electricidad excedente so pretexto de que no tienen capacidad).
APPA estima que esas industrias han perdido 88 millones de euros en 2024 por no poder verter esa electricidad de fin de semana: la fábrica cierra y su instalación solar podría seguir generando si hace sol ese domingo, pero tiene que desenchufarse porque la distribuidora no le ha dado la autorización o porque el propio industrial ha renunciado motu proprio por no enredarse en un papeleo descomunal (la simplificación administrativa es otra de las vindicaciones tradicionales del sector).
Los autoconsumos así han cubierto este año pasado hasta un 3,7% de toda la demanda eléctrica nacional, pero podrían haber cubierto, si esas instalaciones hubiesen vertido esa electricidad, hasta un 4,5%. APPA calcula que la industria ha perdido así más de 400 millones de euros en los últimos tres años, un dineral que podría haberle permitido mejorar en competitividad, pero que ya se ha perdido.