"El autoconsumo compartido debe dejar de estar en stand by". Es el titular que ha elegido la Fundación Renovables para encabezar el duro comunicado que ha difundido hoy, un comunicado en el que, grosso modo, viene a criticar la exasperante lentitud de un Ministerio que llegó con el autoconsumo por bandera -y en efecto derogó en tres meses el famoso impuesto al Sol-, pero que después se ha dormido en los laureles. El Gobierno aprobó efectivamente un 5 de abril el Real Decreto (RD) 244, "por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica", y se comprometió así mismo a desarrollar normativamente ese RD marco... pero, dos años después, aún no lo ha hecho. La voz de alarma la eleva la Fundación Renovables con motivo de la propuesta de Orden por la que se modifica el Anexo I del Real Decreto 244/2019 "para la implementación de coeficientes de reparto dinámicos en autoconsumo compartido y comunidades energéticas".
Vayamos por partes. Primero, la terminología
El RD 244 introduce y aclara el concepto de autoconsumo colectivo, y establece un sistema de reparto de la energía generada entre los consumidores asociados que es estático: es decir, la energía se reparte siempre en la misma proporción entre los consumidores, independientemente de si éstos la estan utilizando en cada momento o no. Es un sistema sencillo y fácil de comprender, que sin embargo no permite hacer un óptimo aprovechamiento del potencial del autoconsumo compartido, ya que no permite que un usuario que sí está en casa en ese momento utilice el excedente de otro que no esté usando su parte correspondiente de la energía.
Y la Orden propuesta desarrolla normativamente ahora, dos años después de aprobado el RD, "los mecanismos y requisitos necesarios para permitir la implantación de coeficientes de reparto dinámicos". Esto significa que la energía que se genere en un sistema compartido se podrá compartir entre los usuarios en función de quién esté consumiendo en cada momento, y por tanto se logrará un mejor aprovechamiento de la instalación.
Pues bien, la Fundación Renovables, a la vista de esa propuesta, eleva la voz de alarma sobre todo en tres sentidos: (1) hay demasiada carga administrativa (la Fundación apuesta por una simplificación que facilite verdaderamente el desarrollo de esta modalidad de autoconsumo, el compartido); (2) hay que suprimir el límite de 500 metros (la comparación con Francia sonroja); y (3) hay que establecer "unos verdaderos coeficientes dinámicos"
Fundación Renovables: «No entendemos el uso del concepto dinámico cuando no lo es, ya que supone un reparto horario variable prefijado que esperamos que no sea finalista, sino un paso intermedio para seguir avanzando»
La FR contempla así como "un avance insuficiente" la nueva Orden, pues "contiene coeficientes de reparto entre los propietarios de la instalación, coeficientes variables, hora a hora, que se determinan a priori, antes de que se vayan a aplicar los consumos, lo que va en contra del concepto dinámico al no optimizar completamente la generación con el consumo".
Y, así, la Fundación reclama que sean "unos coeficientes dinámicos reales, determinados a posteriori, como los que existen en Francia (coeficientes de reparto por defecto), una vez que los consumos se han producido y registrado en los equipos de medida.
Además -añaden los expertos-, en el autoconsumo compartido los cambios serán mucho más frecuentes, dotándoles de una mayor flexibilidad al incluir altas y bajas de participantes y reajustes de los coeficientes. "No aplicarlos es ir en contra de las Directivas Europeas de Energías Renovables y de la implantación de las futuras comunidades energéticas".
Fundación Renovables: «La idea es que el ahorro que produce una instalación de autoconsumo se reparta en función de la energía que realmente ha consumido, en cada momento, cada uno de los partícipes»
La lentitud del Ministerio en el desarrollo de la normativa es más grave aún si atendemos al contexto. El sector solar fotovoltaico español, maduro, ya ha sido capaz de instalar hasta 596 megavatios de autoconsumo en España en 2020, un 30% más que en 2019, pero (1) toda la potencia corresponde a instalaciones de autoconsumo fotovoltaico individual y (2) solo un 10% pertenece al sector residencial.
Además, se da la circunstancia de que España es el país europeo con la mayor concentración de población viviendo en bloques de pisos (66%), frente al 34% de población residente en viviendas unifamiliares. "De este hecho se puede deducir la importancia que tiene avanzar en el desarrollo del autoconsumo compartido, al ser el sistema que mejor se acopla a nuestra estructura demográfica", explican desde la Fundación.
Los límites
La FR también demanda la eliminación de los límites establecidos para la participación de un consumidor en una instalación de autoconsumo compartido o colectivo: distancia de 500 metros entre los puntos de generación y consumo. Pide la eliminación de ese límite arbitrario; y pide la eliminación de la obligación de que estén en la misma tensión y en la misma referencia catastral.
Francia -explica la Fundación- está abierta a colectivos con hasta 2 kilómetros entre sus participantes más distantes, extensibles hasta los 20 kilómetros en zonas rurales.
Conjuntamente -añaden los expertos-, permitir la conexión en media tensión abriría grandes posibilidades "para instalaciones en polígonos industriales, comunidades de energías renovables, a la cesión de electricidad a consumidores en situación de pobreza energética y a instalaciones en el ámbito rural, al ser zonas con altos grados de dispersión y un bajo índice de edificación".
Además -insisten-, sigue siendo necesario simplificar el proceso de comunicación a la comercializadora y distribuidora, "por lo que proponemos que se envíe solo a la distribuidora para que se encargue y agilice la organización del proceso".
Todo ello -especifican-, sin olvidar la exigencia de simplificar la tramitación administrativa, para lo que piden "pasos claros, definidos y sencillos" y una ventanilla única "para centralizar y agilizar los trámites necesarios".
Otra reclamación es la eliminación de la necesidad de licencias o permisos para instalaciones menores a 1,5 kW, como ya sucede en Portugal.
La Fundación también pide rebajas fiscales para agilizar y acelerar la implementación de este tipo de instalaciones. Así, la reducción del IVA al 10% para instalaciones residenciales, en las que el propietario sea sujeto pasivo de IVA. "Necesitamos clarificar porqué algunas instalaciones se realizan con un IVA del 21% y otras del 10%, por su caracterización como proyectos de rehabilitación".
Además, la Fundación propone modificar la legislación sobre propiedad horizontal para que se puedan hacer instalaciones de autoconsumo compartido sin la exigencia de mayorías cualificadas en los bloques de viviendas.