Como para muchos de mis amigos y clientes, este horroroso verano ha sido el más fresquito para nosotros. Porque se veía venir, y tanto yo como muchos de mis clientes instalaron, o como en mi caso, ampliaron sus instalaciones fotovoltaicas para mejorar su calidad de vida, sin la mala conciencia de generar emisiones directa o indirectamente, bajando su dependencia de la red eléctrica, y permitiéndose el lujo de poner el aire acondicionado a una buena temperatura en las horas de máxima radiación.
A mi buen amigo Javier, que tiene un restaurante en Denia, le convencí para que pusiera una instalación de casi 30 kWp. En el estudio que le hicimos se veía que, en base a sus consumos históricos, iba a tener bastantes excedentes en los meses de verano. Sus mejores meses. Me comentó: ¿por qué no instalamos menos? Y le dije: Javier, perdona, pero el año pasado ya pasábamos calor porque tenías a veces apagado el aire acondicionado, y ahora vas a poder usarlo, mejorar el confort de tus clientes, sin consumir de la red, produciéndolo en la cubierta que vamos a poner en tu parking (que los coches también sufren este horroroso calor).
Y eso hicimos. La semana pasada me llamó Javier, preocupado, y me dijo: ¿No conocías tú a la ministra Ribera? ¿Cómo es posible que no hayan tenido en cuenta esta situación? No voy a poner la temperatura a 27 grados porque he invertido para ganarme el derecho a hacer con mi energía lo que me dé la gana.
Y le contesté, pues la verdad es que tienes toda la razón y, curiosamente, yo tampoco había caído en esto, si bien este verano he estado por primera vez en mi casa a 24 grados, tan a gustito y sin gastar un kWh de la red.
De la misma forma que yo no lo he pensado, tampoco he visto ninguna reacción por parte de las asociaciones del sector. Ni de empresas, ni de nadie. Y la ministra y su equipo, que me consta que son gente competente, tampoco se han dado cuenta de esta situación.
Pues vamos a escribir unas líneas, a ver si con un poco de suerte, le damos unos toques a ese decreto (no sería la primera vez que se tienen que rectificar decretos) y matamos dos pájaros de un tiro: Animamos a los empresarios a instalar fotovoltaica y les permitimos poner temperaturas más agradables a las horas en las que están autoconsumiendo. Ya hay muchísimos supermercados y empresas de todo tipo en España que cumplen este requisito.
Y de paso, dejamos de gastar el dinero en subvenciones (quizás mantenerlas en las regiones de menor radiación), e invertir en promover la industria nacional, especialmente en el sector de la acumulación, que va a ser clave para avanzar en la independencia energética.
Bueno, yo ahí lo dejo. Me temo que Javier va a poner la temperatura que le dé la gana. Como yo en mi casa. Eso sí, sólo cuando mis maravillosos paneles me estén regalando la energía por la que tanto tiempo hemos estado trabajando algunos.
Doña Teresa, por favor, denle una vueltecita al tema. Hay muchos, como Javier, acalorados sin necesidad.
* Ernesto Macías es director general de Solarwatt, y Antonio Cavallé, director general de Inersis y Anatrac.