Sobre el de Boston Consulting Group, la patronal solar dice que introduce en los costes del sistema por el autoconsumo elementos que no son propiamente de dicho sistema, como los costes variables del precio pool de la energía y los impuestos. Plantea un escenario de penetración muy por encima de previsiones reales, con 1.100 MW de autoconsumo.
En cuanto al de PwC, UNEF dice que los números que maneja del impacto que el autoconsumo tendría en la reducción de los ingresos del sistema sí están en consonancia con los reales, del entorno de los 2-3 millones de euros por cada 100 MW. Teniendo en cuenta una previsión de instalación de 400 MW anuales, estaríamos hablando de 12 millones de euros anuales, una cifra insignificante en un sistema de 18.000 millones de euros anuales, que seguirá previsiblemente facturando cada año más. Sin embargo, el informe establece un escenario de penetración irreal, de 39.000 MW de autoconsumo.
Datos tendenciosos
Los informes analizados hablan de un impacto del autoconsumo sobre el sistema eléctrico de cientos de millones de euros, presentan varios escenarios de penetración del autoconsumo y siempre resaltan no solo el de mayor penetración (que no tiene por qué ser el más cierto) sino también la opción de autoconsumo más desfavorable para el sistema.
Asimismo, continua UNEF, mezclan de forma tendenciosa costes e ingresos eléctricos que no son del sistema eléctrico. “Cuando se habla del sistema eléctrico se habla de los costes e ingresos regulados, es decir aquellos sujetos a la regulación de la Administración Pública (costes del transporte, distribución, régimen retributivo de las renovables, etc.). Sin embargo, a la hora de cuantificar estos costes e ingresos, los estudios incluyen otros que se corresponden con el mercado de producción eléctrico, es decir, liberalizados (como por ejemplo el coste de la energía en el pool)”, indica.
“Estos costes e ingresos en caso alguno forman parte del sistema eléctrico porque se trata de costes e ingresos que repercuten a los productores y en caso alguno al sistema eléctrico”. Es decir, al sistema eléctrico no le cuesta el kWh producido por un generador térmico o de ciclo combinado (igual que en una parte no le cuesta el kWh producido por un renovable) porque este kWh retribuye a una empresa y el coste es asumido íntegramente por el consumidor.
¿Por qué la manipulación?
De forma cuantitativa, uno de los informes sitúa los costes e ingresos por encima de los 35 millones de euros cuando la realidad es que no superan los 19 millones, asegura UNEF.
Para la asociación, todo ello obedece a un claro intento de inflar los datos. “Con el autoconsumo se reducen los ingresos del sistema por peajes (pero no en exceso, al menos el 50% se seguirán pagando con el término de potencia) y los ingresos de las compañías por el pool (la reducción puede ser sustancial) –explica–. Si se suman ambos conceptos, el impacto total es notablemente más alto, aunque en realidad el impacto para el sistema siga siendo nimio. No obstante es un importe lo suficientemente grande como para asustar a la opinión pública”.
Su conclusión es tajante: los estudios manipulan de forma radical los escenarios de penetración del autoconsumo.
La realidad
UNEF recuerda que la población española vive mayoritariamente en ciudades (solo, en las primeras 50 ciudades mas pobladas de España vive el 50 de la población total). Y el desarrollo del autoconsumo en las ciudades es complicado: por un lado se han de cumplir las especificidades del Código Técnico de la Edificación (que en muchos casos obliga a instalar instalaciones térmicas de agua caliente dejando sin espacio a otras tecnologías). Por otro lado, el efecto sombra de las fachadas y azoteas (chimeneas, etc.) impide su instalación.
Es decir, “es imposible en un país como el nuestro un desarrollo exponencial del autoconsumo con más de 11 GW instalados (según BCG) o directamente 39 GW, como plantea PWC. Se generan escenarios absurdos sin posibilidad de ser realizables al objeto de manipular a la opinión pública. Según nuestras estimaciones de penetración del autoconsumo y al único objeto de subrayar la inconsistencia de las hipótesis planteadas por los informes solo en alcanzar los primeros 11 GW instalados se tardarían 30 años, si hablamos de 39 GW prácticamente llegaríamos a los 90 años”.
Tampoco es cierto, continua UNEF, que el autoconsumo vaya a ser mayoritariamente asumido por los consumidores domésticos, como dicen los informes.
“Tal y como están estructurados los peajes a pagar por los consumidores (peso del término de potencia respecto del de energía) el autoconsumo no es una opción viable para los consumidores domésticos. El sistema actual de tarifas tiende a una tarifa plana en la que el consumidor doméstico paga por el mero hecho de estar conectado con independencia de lo que consuma”.
Es decir, no le facilita el ahorro; y el autoconsumo es ahorro: “si uno no ahorra al consumir menos (o autoconsumir) no tiene incentivos para hacer autoconsumo. Por tanto el consumidor doméstico no es un potencial autoconsumidor en nuestro país (a no ser que cambien muchas cosas). El potencial autoconsumidor son las pequeñas y medianas empresas, regadíos y agricultura, y el sector terciario (servicios)”.
En estos sectores, añade UNEF, el autoconsumo tiene un notable potencial. Aunque, tampoco será tanto que estrangule los ingresos del sistema.
La conclusión de la patronal solar es que, de haber un marco retributivo favorable (no lo que se ha aprobado), el autoconsumo se desarrollaría en nuestro país de forma lenta pero sostenida en el tiempo.