Esta tarde está prevista la visita inaugural a la nueva planta de biomasa de Lone Dencker Wisborg, embajadora de Dinamarca en España, ya que la caldera de 20 MW instalada en su interior lleva la firma danesa de Danstoker. Será uno de los puntos culminantes de un proceso que, según el comunicado de LSolé, convertirá a Airspeed Nuevas Tecnologías, gestora de la instalación y del contrato de suministro de energía por cinco años, en “la empresa de servicios energéticos (ESE) más grande que se ha constituido en España para la generación térmica industrial”.
Airspeed está constituida al 50% por LSolé Bioenergía y Papelera de La Alquería y, una vez transcurrido ese contrato de suministro, se transmitirá la propiedad de la planta de biomasa al consumidor industrial, Papelera de La Alquería. Entre los datos técnicos aportados por LSolé están que tendrá una producción de 30 tn/h de vapor a una presión de trabajo de 14 bar mediante la caldera de biomasa. “La planta tiene una disponibilidad garantizada por contrato de 8.208 horas al año –añaden– y la remuneración por el suministro del vapor aplica un descuento de alrededor del 20% sobre el coste actual de generación a partir de gas”. Una vez entregada la propiedad de la planta tras los cinco años, estiman que el ahorro en energía térmica para el usuario se aproximará al 50% (si no se incrementa el precio del gas).
Residuos vitivinícolas y forestales para la caldera
La inversión prevista en la nueva instalación de Papelera de La Alquería, del Grupo Hinojosa, ronda los 4 millones de euros. Según las estimaciones de LSolé, la caldera que incorpora es la más grande de España para generación de vapor de proceso industrial y su capacidad permitiría atender las necesidades de energía térmica –calefacción y agua caliente– de más de 3.400 viviendas. También se destaca el ahorro con respecto al precio del combustible fósil, el gas natural, recordando que el precio medio de generación térmica con la biomasa en el mercado estaría en 17 €/MWh y el del gas aproximadamente en los 40 €/MWh.
Por último, en cuanto al biocombustible a emplear, será de procedencia local, con residuos de biomasa derivados de la industria vitivinícola y forestal (cerca de 4.000 toneladas al año) y “otros residuos de madera con un poder calorífico inferior de entre 2,3-4,1 MWh y una humedad no superior al 50% en peso”, se especifica en la nota de LSolé.