Activo en toda Europa y reconocido como el programa líder de recogida y reciclaje de módulos fotovoltaicos, PV Cycle es para las empresas implicadas en este proceso, el primer punto de conexión con la RAEE. “En nuestro trabajo diario nos encontramos con decenas de empresas que no conocen sus nuevas obligaciones. La mayoría de ellos abrazan la nueva ley como una oportunidad para hacer que su producto sea verdaderamente verde”, explica Hugues Williamson, jefe del Servicio de Socios en PV Cycle. “Algunos, sin embargo, niegan su responsabilidad”.
“La confianza del cliente en el compromiso de toda la industria compensa la carga financiera y administrativa”, apunta Jan Clyncke, director general de PV Cycle, que subraya por ello la necesidad de acelerar el cumplimiento por parte de la industria. “En PV Cycle no queremos ver lo que hemos visto en otros sectores industriales cuando se enfrentan a legislación nueva: demasiados años de incumplimiento y competencia desleal que acaban superando a aquellos que sí cumplen con sus obligaciones”.
Por esta razón, PV Cycle ha participado activamente en la lucha para facilitar que la industria cumpla con sus obligaciones legales. La transferencia de conocimientos, la cooperación con las autoridades nacionales, y sus propuestas facilitan el paso de una opción voluntaria por parte del productor a una responsabilidad jurídicamente vinculante.
“PV Cycle se ha distinguido siempre por un enfoque de la gestión de residuos eficaz y justa. Crear condiciones similares en Europa es, por tanto, nuestro principal objetivo”, señala Alina Lange, directora de Asuntos Públicos de PV Cycle. “Trabajamos por la coherencia y la integridad en el cumplimiento de las exigencias de la directiva RAEE, asegurando que los residuos de módulos fotovoltaicos no se conviertan en un problema en el futuro”.
Mientras la asociación está informando a los actores nacionales sobre sus obligaciones RAEE, fabricantes e importadores alemanes todavía tienen hasta finales de año para asumir esta nuevas necesidades. Y es que Alemania es el único país con un sector fotovoltaico relevante que todavía no ha implementado la directiva RAEE.