Algunos de los datos ofrecidos por El Pozo Alimentación en su nota de prensa son los mismos que hace siete meses dio a conocer Veolia: “ampliación de la red de tuberías con una capacidad de 1.000 Nm3/h de biogás, así como la instalación de una nueva antorcha y de una unidad de desulfuración del biogás”. Para esta última modificación Veolia comentaba en marzo que utilizarán su tecnología Sulfothane, “como medida preventiva para la protección de corrosión de las instalaciones”.
“La idea de dar un nuevo uso a los residuos de las aguas depuradas, favoreciendo así la economía circular, se incluye en la política medioambiental desarrollada por El Pozo Alimentación”, afirman desde esta compañía. Esta política “abarca además de la depuración del agua, la producción de energía de forma eficiente, mediante la cogeneración, para su autoabastecimiento”.
En la actualidad una parte del biogás es empleado para calentar los fangos de los digestores a más de 35°C. “El sobrante será conducido a una nueva caldera con capacidad para generar 5.000 kg/h de vapor”, señalan en la nota de prensa, donde confirman que “las obras, que comenzaron en el mes de julio y concluirán en abril del próximo año, consisten en la modificación de las líneas de gas de la EDARI para aprovechar todo el biogás generado en la depuradora”. La inversión prevista para este proyecto es de 3.504.745 euros.