De hecho, el informe, titulado “Global Trends in Renewable Energy Investment 2014”, indica que, descontando la energía hidroeléctrica, el 43,6 % de las nuevas instalaciones puestas en marcha en el año 2013 para generar electricidad procedió de las energías renovables, lo que mantiene la tendencia al alza de estas tecnologías.
Otro dato que destaca es que, en términos de emisiones de CO2, éstas hubieran sido 1,2 gigatoneladas más elevadas en 2013 de no ser por las renovables, agrandando en un 12% la brecha de hacia dónde se dirigen las emisiones y en dónde tienen que situarse en 2020 si pretendemos no superar los dos grados centígrados de aumento de temperatura.
"El hecho de que la energía renovable está ganando una mayor cuota del mercado global de generación es alentador", señaló Achim Steiner, vicesecretario general de la ONU y director ejecutivo del Pnuma, en la teleconferencia de presentación del estudio. "Para continuar el apoyo, debemos reevaluar prioridades de inversiones, cambiar incentivos, aumentar la capacidad y mejorar las estructuras de gobierno", añadió.
Un 14% menos de inversión
En total, las inversiones en energías renovables en todo el mundo en 2013 representaron 214.400 millones de dólares (156.204 millones de euros), lo que supone una caída de un 14 % respecto a 2012, si bien su cuota en el conjunto del sector energético global aumentó.
América Latina es la región donde más crecieron. El informe indica que, excluidos Estados Unidos y Brasil, las inversiones en energías renovables aumentaron un 26%, situándose en 12.000 millones de dólares en el continente americano. En EEUU, el descenso fue del 10% respecto al año anterior, para situarse en 36.000 millones de dólares (26.470 millones de euros) y en Brasil cayeron un 54% (3.000 millones de dólares, 2.159 millones de euros).
India es otro país en el que sufrieron recortes, en concreto de un 15% (6.000 millones de dólares, 4.320 millones de euros), mientras que en China retrocedieron un 6%, situándose en 56.000 millones de dólares (40.876 millones de euros). No obstante, China invirtió más que Europa, donde la caída de la inversión fue del 44% (48.000 millones de dólares, 34.500 millones de euros).
Bioenergía, la más afectada
Las mayores caídas en la inversión se produjeron el sector de los biocombustibles (26 % de reducción con respecto a 2012) y biomasa y basura (28 % menos). En energía solar cayeron un 20 % (hasta 114.000 millones de dólares), si bien el informe deja claro que gracias a la drástica reducción de los costes de la tecnología Fotovoltaica, en 2013 se instaló la cifra récord de 39.000 MW en sistemas solares y por menos dinero que los 31.000 MW instalados en 2012.
En eólica, las inversiones se mantuvieron en 80.000 millones de dólares, prácticamente sin cambios respecto al ejercicio anterior, y cayeron un 16% en minihidráulica (centrales menores de 50 MW). Por el contrario, las inversiones en energía geotérmica aumentaron un 38% hasta alcanzar los 2.500 millones de dólares.
Ulf Moslener, Jefe de Investigación de la Frankfurt School of Finance & Management, convino en la presentación del informe en que la disminución total de la inversión resultaba decepcionante. Sin embargo, aseguró que en 2013 “se han sentado las bases del crecimiento futuro del mercado de las energías renovables."
Michael Liebreich, presidente de la Junta Asesora de Bloomberg New Energy Finance, incidió en la misma línea: “tras años de dolorosa sacudida hay señales de que el sector se recupera”, dijo. Estas señales se ven, dijo, en “la reducción de costes, un retorno a la rentabilidad por parte de algunos de los principales fabricantes, la aparición de un mercados sin subsidios en varios paísesy una actitud más cálida hacia las energías renovables entre los inversores del sector público”.
Tres veces más ayudas a los fósiles
Los autores del informe aseguraron, por otra parte, que las enormes subvenciones que reciben los combustibles fósiles están afectando negativamente a las inversiones en energías renovables. Según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) dichas subvencione se sitúan en torno a los 600.000 millones de dólares al año (unos 432.000 millones de euros.
De acuerdo con Michael Liebreich, la mayoría de los subsidios se producen en países exportadores de petróleo y gas "como Irán y algunas de las repúblicas centrales de Asia". En opinión del experto, a ello hay que sumar los costes en términos de salud, por contaminación, que no internalizan estos combustibles, “pero que sí aparecen en nuestros presupuestos sanitarios".