Se puede decir más alto, pero difícilmente podrá ser expresado con más claridad. La AEE se ha manifestado en esos términos y en perfecta sintonía, por otra parte, con la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), que ayer, en un encuentro con periodistas, venía a presentar un discurso muy similar. A saber: según UNEF, la hipotética imposición por parte del gobierno de una tasa a las renovables "agravaría los actuales riesgos que atraviesan muchas instalaciones y podría generar un problema financiero a las propias entidades [bancarias]" (léase "La banca tiene una exposición a la fotovoltaica de 15.000 millones").
Volviendo al parque eólico, según la AEE, el sector "se está viendo estrangulado por la presión fiscal autonómica y municipal (cánones eólicos, impuesto sobre los Bienes Inmuebles de Características Especiales, BICEs, Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, ICIOs, etcétera), creciente en la mayor parte de las comunidades autónomas". Además –continúa la AEE–, la eólica, "que en 2011 tuvo una incidencia nula en el aumento del déficit de tarifa –sus primas bajaron respecto a 2010-, es la tecnología más afectada por la moratoria del Real Decreto-Ley 1/2012, según la Comisión Nacional de la Energía". Por todo ello, concluye la Asociación Empresarial Eólica, "no tiene sentido gravar aún más" una energía que "es clave para la independencia energética de España y para cumplir los objetivos europeos en materia de consumo de electricidad procedente de fuentes renovables; AEE considera que este tipo de medidas desincentivan el crecimiento económico y son generadoras de mayor desempleo".