El Gobierno de Murcia explica en su nota de prensa que todas las actuaciones de ahorro, "que generarán una inversión estimada de más de 13 millones de euros y que permitirán crear cerca de 220 puestos de trabajo, se integran en el proyecto europeo Elena-Fuensanta (European Local ENergy Assistance), que se articula a través de un convenio firmado con el Instituto de Fomento de la Región. El director del Instituto, Javier Celdrán, ha señalado que, "en la actualidad, son ya 15 los ayuntamientos que se han comprometido con esta iniciativa para mejorar sus instalaciones municipales, cambiar lámparas y sistemas de alumbrado público o mejorar el aislamiento térmico de los edificios. No se trata de deseos o buenas intenciones -ha dicho Celdrán-, sino de compromisos firmes que se traducen en actuaciones concretas".
El Gobierno informa
Los ayuntamientos que realizarán esa inversión estimada de 13.084.156 euros son 9 de los 15 municipios que ya han firmado el convenio con el Instituto de Fomento de la Región. De acuerdo con ese convenio, el instituto realizó en esas localidades una serie de auditorías energéticas, bien en el alumbrado público o en edificios e instalaciones municipales, en las que se analizaba el consumo energético y se recomendaban una serie de medidas que permitirían ahorrar en la factura de la luz. En concreto, los municipios que tienen previsto iniciar los pasos para poner en marcha las medidas de eficiencia energética recomendadas en la auditoría antes de que acabe el año son Beniel, Lorquí, Jumilla, Lorca, Albudeite, Alcantarilla, Las Torres de Cotillas, Alhama de Murcia y San Javier.
San Javier
La inversión más importante desde el punto de vista económico, un total de 4.850.000 euros, será precisamente la de este último municipio, que cambiará las luminarias del alumbrado público para dar el salto a la tecnología LED. Otras localidades que abordarán el cambio a esta tecnología más eficiente y menos contaminante son Alcantarilla, que invertirá 3.400.000 euros; Lorquí, con un proyecto de inversión de 2.500.000 euros o Beniel, que tiene previsto invertir 1.200.000 euros en esta medida y que ya ha puesto en marcha el proceso de licitación. Según el director del Instituto, Javier Celdrán, "la consecuencia inmediata es que la factura de la luz de estos municipios se va a reducir de forma notable, lo que beneficiará a todos sus habitantes, que también verán cómo mejora la calidad del aire".
Más millones
Además de los 13 M€ que se van a invertir "de forma inminente" -explica el Gobierno de Murcia-, el proyecto Elena-Fuensanta ha permitido ya la ejecución de otros 21 proyectos que han supuesto una inversión de 11.071.494,35 €, de los que más de 10 M€ corresponden a actuaciones realizadas para mejorar el alumbrado público. El objetivo de este programa, impulsado por la Comisión Europea, es que la inversión de las administraciones locales y regionales supere los 35 M€ antes de 2020. La cuantía de esas generosas partidas -con destino LED- contrasta con el impacto económico que tendría en el sistema eléctrico la instalación, en un año óptimo, de hasta 400 megavatios de autoconsumo solar fotovoltaico, impacto que la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) estima rondaría los 12 M€.
El impuesto y el impacto
Sorprendentemente, el Ejecutivo en funciones, con el secretario de Estado de Energía (Alberto Nadal) a la cabeza, continúa insistiendo en la idea de que es necesario mantener el impuesto al sol porque lo que se ahorra un autoconsumidor acaban pagándolo los no autoconsumidores. El argumento es, grosso modo, este: todo kilovatio hora (kWh) lleva asociado unos impuestos o cargas, algunos de los cuales sirven para mantener el sistema. Si el autoconsumidor genera por ejemplo 30 de cada 100 kWh que consume (los autogenera y los autoconsume) pues no tendrá que comprarle al sistema esos 30 kWh y, consecuentemente, no tendrá que pagar esos impuestos o cargas que llevan asociados; impuestos o cargas que acabarían así pagando los no autoconsumidores, porque el sistema tiene que mantenerse sí o sí.
Los estudios elaborados hasta la fecha vienen a señalar que estaríamos hablando de un impacto económico de unos 10 ó 12 M€ por cada 400 MW fotovoltaicos instalados, cantidad obviamente asumible por un mercado -el eléctrico- que mueve 17.000 M€ al año.
En todo caso, la estatura intelectual del argumento Impacto-Impuesto queda retratada con iniciativas como la del gobierno de Murcia. A saber: tenemos por una parte que Murcia está destinando a fondo perdido ayudas por valor de 13 M€ a iniciativas pro ahorro (proyectos a llevar a cabo en solo nueve municipios); y tenemos por la otra que si, por ejemplo, esos 9 ayuntamientos se ahorran a partir de ahora 30 de cada 100 kilovatios hora (porque la tecnología LED es mucho más eficiente que el alumbrado público convencional), pues resultará que esos 9 ayuntamientos no tendrán que comprarle al sistema esos 30 kWh y, consecuentemente, no tendrán que pagar los impuestos, cargas y peajes que llevan asociados (impuestos, cargas y peajes que, según Nadal, acabarían así pagando los demás consumidores, porque el sistema tiene que mantenerse sí o sí).
La pregunta es: ¿le ponemos un impuesto a la tecnología LED: impuesto al LED (por analogía con el impuesto al sol)? ¿Se lo ponemos, habida cuenta de que la tecnología LED, como las instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico, le ahorran X kilovatios hora a sus usuarios... o buscamos alternativas más sensatas para cuadrar las cuentas? ¿Subvenciones a fondo perdido, como propone en el caso LED la Comisión Europea, subvenciones que aprovecha el Ejecutivo murciano para presumir de que le ahorra un dinero a los contribuyentes -de los municipios beneficiarios- y unas cuantas toneladas de CO2 al planeta?
La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ya ha dicho que no quiere subvenciones, y ha explicado que le basta con que la administración simplifique la tramitación administrativa de las instalaciones de autoconsumo y con que el Ejecutivo elimine el impuesto al sol del Real Decreto que regula esas instalaciones, un impuesto que nadie paga (el propio Ejecutivo no ha sido capaz de aprobar el Reglamento que habilitaría su cobro), pero que mantiene su condición disuasoria en muchos casos (muchos potenciales autoconsumidores no dan el paso en tanto en cuanto no se clarifique la situación). En fin, historias de LEDs y autoconsumo. O de 13 millones de euros en nueve pueblos de Murcia y de 400 megavatios fotovoltaicos que valdrían 12 en toda España.
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