Esta central usa la tecnología de canales parabólicos en la captación de energía. El campo de colectores está formado por 550.000 m2 de espejos dispuestos en 168 lazos. Dos características esenciales del complejo tecnológico son su capacidad para almacenar energía y su sistema de seguimiento solar.
El almacenamiento de energía es a través de sales fundidas. Las sales se funden por la acción del calor aplicado proveniente de la energía captada durante las horas de sol, alcanzando más de 800ºC y cambiado al estado líquido, que es cuando se almacenan en tanques aislados térmicamente. Estas sales se hacen circular a través de un intercambiador de calor, donde ceden su temperatura al agua generando el vapor necesario para mover una turbina y generar electricidad en periodos de baja radiación solar o por la noche.
El sistema de seguimiento solar es similar al de “La Africana Fotovoltaica”, instalación contigua a “La Africana Termosolar”. Aunque ambas comparten el objetivo de captar la máxima energía solar, los seguidores de la central fotovoltaica realizan movimientos de rotación a dos ejes, mientras que los de la termosolar realizan los movimientos de seguimiento en base a un solo eje. Para aprovechar al máximo la presencia solar en esta central, los módulos que portan los espejos captadores de energía, los heliostatos, se colocan siguiendo una disposición perpendicular al eje norte-sur, facilitando el seguimiento del sol desde que sale por el este hasta que desaparece por el oeste.
La construcción de la planta supone la demanda de 500 trabajadores, 300 empleos y 200 indirectos, llegando en alguna de las fases a utilizar a más de 800 operarios. Una vez que concluya la construcción, 50 trabajadores ocuparán un puesto fijo para encargarse de las labores de operación y mantenimiento durante los siguientes 25 años.
Más información
www.magtel.es