El mismo día que apareció en el Diario Oficial de Galicia, este portal publicó la información de la convocatoria de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader), cofinanciada por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), de destinar 9.3 millones de euros para subvencionar hasta el 100% de los equipos con calderas, estufas y cocinas de biomasa en el caso de instalaciones de la Xunta y del 75% en el de particulares y pequeñas y medianas empresas. Un mes después, Francisco Conde hacía un balance triunfal de la convocatoria.
En una jornada técnica sobre biomasa celebrada en el Instituto Enerxético de Galicia (Inega), Conde informaba que “en pocos días se agotaron los 9,3 millones destinados a la implantación de cerca de mil equipos nuevos, lo que permitirá aumentar en un 30% el consumo de biomasa en Galicia de aquí al año 2020”. En la nota de prensa se destacaba incluso que suponía un primer paso dentro del plan/estrategia integral para el impulso de la biomasa que impulsa el Gobierno gallego. ¿Todo bien? Parece que no, al menos para uno de los colectivos más importantes del sector: el de los distribuidores e instaladores de esas calderas y estufas.
“Planteamiento nefasto”
Francisco del Busto, gerente de IGF Energías Renovables, radicada en Ferrol, alabó en su día la convocatoria de subvenciones a fondo perdido (entre el 20 y el 30% para cada instalación) realizada en 2013 y convocada por el Inega. “Los fondos tardaron bastante tiempo en agotarse –recuerda Del Busto– y en el caso de la partida habilitada para pymes no se agotó totalmente al finalizar el plazo máximo y el excedente se utilizó para la lista de espera de más solicitantes particulares”.
En el caso de la convocatoria de este año, con más inversión y mayor porcentaje subvencionable, los fondos para particulares y pymes se agotaron a las tres horas de abrirse el plazo para realizar las solicitudes en la aplicación de la página web del Inega, aunque las promueve Agader. “El colectivo de empresas instaladoras de equipos de biomasa térmica de Galicia consideramos que se ha realizado un planteamiento nefasto en la convocatoria de este año por parte de Agader, que a pesar del importante aumento en la dotación económica no ha llegado a un número de solicitantes mayor que en la convocatoria anterior”, resume Del Busto hablando en nombre del sector.
“Demanda artificial de equipos”
Los instaladores añaden que “una subvención del 75% no estimula nada, sino que crea una demanda artificial de equipos que incluso puede llegar a la especulación”. Aparte de no entender el modo de proceder por parte de la Administración, recuerdan que “en ningún momento se ha dirigido a nosotros para consensuar o pedir nuestra colaboración en la elaboración de las bases de la convocatoria, y eso a pesar de que no hay colectivo más interesado que el nuestro en que se incentive la biomasa en Galicia y que con los fondos disponibles se llegue al mayor número de solicitantes posibles".
Pero las denuncias no acaban aquí, también están dirigidas a la Diputación de Pontevedra, en concreto tras el anuncio de su presidente, Rafael Louzán, de fomentar el cambio de calderas de gasóleo por biomasa. Las empresas instaladoras, tras conocer según ellas por los medios de comunicación que la adjudicación se haría mediante un lote único se dirigieron a los responsables de la Diputación. “Les mostramos nuestra preocupación porque esto implicaba que ninguna empresa podría acceder al concurso, ya que la cuantía sería muy elevada”, resume Francisco Hinojosa, director técnico y de formación de Ekosol Galicia.
Esperando respuesta
Según Hinojosa, la persona responsable del proyecto en la Diputación, Eugenio Marcote, comprendió la preocupación del sector y le pidió que se la transmitiera por correo electrónico, comprometiéndose a darles una contestación hace más de dos meses. Aparte de cuestionar la presentación de un lote único, el colectivo pide “cear una mesa de trabajo para analizar esta situación, ya que creemos que somos parte importante implicada en todo este proceso (…) y entre todos intentar buscar una solución a esta problemática que para nosotros es de vital importancia”. Hinojosa apostilla que “a fecha de hoy (30 de junio de 2014) no se ha producido la respuesta prometida para fijar una reunión y hablar sobre el asunto”.