El estudio “Generación de empleo en la rehabilitación energética del parque de edificios y viviendas” presentado hoy en Madrid está financiado por la Fundación Biodiversidad y ha sido elaborado por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de Comisiones Obreras (Istas-CCOO) y la Universidad Politécnica de Madrid. La puesta en marcha de este plan busca beneficiar a los profesionales de la construcción y permitiría rehabilitar el parque de viviendas y edificios construidos en España antes de 1980.
Según Llorenç Serrano, secretario de Medio Ambiente de CCOO, para conseguir estos objetivos de empleo “sería necesario un plan de apoyo a la rehabilitación que permita superar las barreras que suponen la falta de estímulos fiscales, una normativa insuficiente o la lentitud a la hora de adaptar la legislación europea”. Con una duración de treinta años -de 2020 a 2050-, el plan está enfocado a la rehabilitación catorce millones de viviendas de más de treinta años. Según el estudio, sería posible remodelar 565.000 viviendas al año, de modo que en 2040 se habría rehabilitado el 58% del parque existente actual.
El plan de mejora reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero y supondría un importante ahorro energético. De hecho, se calcula que la iniciativa serviría para un ahorrar en treinta años el equivalente al consumo de 600 millones de barriles de petróleo -unos 43.000 millones de euros-, y evitar la emisión de 300 millones de toneladas de CO2.
Entre las medidas a llevar a cabo en los hogares con la intención de mejorar el nivel de eficiencia energética se contemplan aislamientos térmicos en fachada y cubierta, protección solar en los vidrios y en los huecos de la fachada, mejora de la estanqueidad, conductividad y rotura del puente térmico en la carpintería, la sustitución de combustible de origen no renovable por el uso de energía solar térmica, biomasa o geotérmica para la climatización y el agua caliente sanitaria, la instalación de equipos más eficientes y la incorporación de captadores solares fotovoltaicos o aerogeneradores para la obtención de electricidad.
Cómo financiar el plan
La puesta en marcha de estas actuaciones requeriría una inversión de 12.500 millones de euros anuales a partir de 2020, una apuesta que, según el estudio, "vale la pena", porque los países que primen ahora la eficiencia energética serán quienes liderarán tecnológicamente en el futuro. Estas inversiones se podrían cubrir con apoyo privado y ayudas de la administración pública a través de beneficios fiscales o directos para las personas menos favorecidas. Esta es, según Serrano, “la única alternativa para los profesionales del sector, que no podrán recuperar su empleo por el parón en las viviendas de nueva construcción”.
Según el representante de CCOO, para hacer viable esta iniciativa “habría que desarrollar una normativa específica que defina la certificación energética para los edificios existentes, un sistema de inspección técnica energética de edificios, uno de financiación y unos objetivos de rehabilitación obligatorios acompañados de ambiciosos programas de ayudas”. Además, se necesitan medidas fiscales y de apoyo a las energías renovables enfocadas a las instalaciones térmicas de los edificios.
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