Hay dos cuestiones esenciales que presentan a la gasificación como alternativa más rentable y eficiente dentro de la producción de energía con biomasa: una menor emisión de humos y contaminantes y un mejor aprovechamiento energético, entre un 30 y un 50%, frente al 10-20% de combustión directa. Por este motivo, las iniciativas que pretenden aprovechar con fines energéticos los residuos del olivar también tienen en mente a la gasificación. Lo último es un proyecto de excelencia sobre la aplicación de una microturbina y un motor de gas desarrollado por la Universidad de Jaén (UJA).
El proyecto ha recibido un incentivo de 130.000 euros de la Consejería de Economía, Innovacion y Ciencia de la Junta de Andalucía y consiste en someter a la biomasa (astillas de poda, fragmentos de hueso de aceituna, orujillo...) a un proceso químico que originará un gas de síntesis. Este gas pondrá en marcha un motor de combustión interna y generará energía eléctrica utilizando una microturbina, y térmica con los gases de escape, según explican desde InnovaPress, el servicio de información científica del Plan Andaluz de Divulgación Científica.
Pequeñas instalaciones fiables y de bajo coste para rentabilizar su fabricación
Francisco Jurado lidera el equipo de investigadores de la UJA y confirma que “dadas las singularidades de la biomasa como combustible y las soluciones tecnológicas particulares para la limpieza exhaustiva del gas producido por la gasificación, se puede integrar la microturbina y el motor de gas con la gasificación". La instalación de estas pequeñas plantas y su potencial de utilización en una provincia plenamente olivarera como Jaén disparan las expectativas del proyecto. "Si las microturbinas y los motores de gas alcanzan la fiabilidad, disponibilidad y bajos costes de mantenimiento que los fabricantes de las mismas reclaman, se pueden salvar las barreras que han bloqueado la difusión de las pequeñas centrales de cogeneración", concluye Jurado.
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