La Fundación Renovables difundió ayer un comunicado en el que considera que "la firma como Unión Europea debe servir para volver a impulsar políticas ambiciosas, porque los europeos y europeas esperan que la región lidere la lucha a favor de la descarbonización y el desarrollo de las renovables de manera coordinada". La Fundación recuerda que "el Acuerdo de París se comprometió a mantener el aumento de las temperaturas muy por debajo de los dos grados Celsius (2ºC) y a hacer todo lo posible para no sobrepasar un incremento de la temperatura global de 1,5 grados". Este compromiso -recalca la Fundación- es "más que retórica y significa descarbonizar las economías de la Unión Europea lo antes posible".
La Fundación no se ahorra sin embargo críticas en su evaluación de lo que ha sido la actuación de la UE a lo largo del último bienio: "ninguna de las políticas y medidas de la Unión relacionadas con el cambio climático en los dos últimos años -recalca- ha asumido esos niveles de ambición. Si con la ratificación conjunta pretenden retomar la senda de la coherencia, durante este otoño tendrán la ocasión de demostrarlo con medidas concretas".
La Directiva
Casi simultáneamente a todo esto, el 30 de noviembre se presentará la revisión de la Directiva de Renovables que la Fundación espera incluya algunos elementos importantes. En ese sentido, este colectivo de expertos considera "la Unión Europea debe fijarse el objetivo de participación de las renovables en un 27% para 2030 solo y exclusivamente como un suelo que mejorar". Para la Fundación Renovables, el objetivo europeo de renovables debería ser del 45% para 2030. "Si la Unión Europea no aspira a nada más que al 27% -recoge explícitamente el comunicado- puede olvidarse de seguir siendo líder en este sector en los próximos años. La Unión debe reconocer este hecho y deberá incentivar a aquellos estados miembros dispuestos a ir más allá". Además -continúa-, la Directiva debe proponer "un marco europeo para el autoconsumo que permita hacer realidad las posibilidades de desarrollo de este sector, tal como recoge un estudio reciente que afirma que la mitad de la población europea podría producir su propia energía en 2050, si fuese apoyada por el marco legislativo adecuado".
Eficiencia energética
La Fundación ha aprovechado la ocasión asimismo para reclamar también "una revisión adecuada de la Directiva de eficiencia energética, aunque la comisión haya retrasado su fecha de presentación". Según este colectivo de expertos, la eficiencia energética, que puede ser impulsada desde la construcción de edificios de consumo casi nulo y la puesta en marcha de planes de rehabilitación energética está llamada a facilitar, "de manera importantísima", el que la Unión Europea cumpla sus objetivos climáticos. Además -matiza la Fundación-, ambas líneas de trabajo constituyen "una de las políticas generadoras de empleo en una Europa que no parece terminar de salir de la crisis". El think tank también toca el palo de la movilidad. Su propuesta es muy concreta: "reducir las emisiones más allá de los objetivos propuestos para sectores difusos, como el del transporte, puede fácilmente realizarse a través de mejores políticas de promoción del vehículo eléctrico y movilidad sostenible".
El comunicado de la Fundación concluye así
"El hecho de ratificar el acuerdo de París debe ser utilizado en la Unión Europea para proponer políticas adecuadas, que faciliten la transformación tecnológica y social hacia un modelo 100% renovable y generen progreso. En España debe ser la oportunidad de un cambio de ciclo del suficiente calado, en el que las renovables pasen de estar penalizadas a consideradas el verdadero motor del modelo productivo de los próximos años".