Tras investigar la estructura societaria de Dúcar y Petrologis, los dos partidos advierten de que ambas sociedades están controladas en más de un 70% por familiares directos del exministro de Agricultura, lo que supone “una incompatibilidad que violaría expresamente el Código de Conducta de la Comisión”.
Para el portavoz de Equo en Bruselas, el eurodiputado Florent Marcellesi, “la trama empresarial que hay detrás de Dúcar y Petrologis revela una red de sociedades pantalla a cargo de familiares directos de Arias Cañete”, entre ellos, su propio hijo, Miguel Arias Domeq, y sus cuñados Miguel Domecq Solís y Rafael Domecq Solís. “A pesar de la venta de sus acciones, los intereses de Cañete en esta industria no desaparecen en absoluto. Es más, contradicen de forma clamorosa el Código de Conducta”, añade Marcellesi. La investigación ha sido recogida en un vídeo que presenta el propio Florent Marcellesi y que revela, entre otras cosas, que, en concreto, "la familia de Cañete controla el 73% de Dúcar y el 79% de Petrologis", algo que denuncia explícitamente Marcellesi: "según el Código de Conducta de la Comisión Europea, los comisarios no pueden ni deben gestionar temas en los que tengan intereses personales ni ellos ni sus familiares directos".
De los brotes verdes y el patrimonio de los ministros de Medio Ambiente
Se da la circunstancia de que esta misma semana, el Boletín Oficial del Estado ha publicado el patrimonio de Miguel Arias Cañete. Pues bien, el hoy eurodiputado llegó al gobierno con el patrimonio más saneado de cuantos ministros (13) conformaron el primer Ejecutivo Rajoy. Según el BOE, el hoy exministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente cuenta con activos por valor de más de un millón y medio de euros (véase). Curioso también resulta el hecho de que esa clasificación -la de los ministros con más patrimonio- sea liderada ahora por Isabel García Tejerina, su sucesora en el ministerio de Medio Ambiente. Tejerina, que no declara bienes inmuebles (¡), posee un patrimonio ("valor total de otros bienes") de 2,77 millones de euros. La coincidencia ha suscitado un comentario irónico -hecho por un destacado miembro del movimiento ecologista- que reproducimos a continuación: "ahora entiendo dónde estaban los brotes verdes".