“Sr. Ministro, desde la Alianza por la Bioenergía le proponemos varias medidas para ayudar a acabar con el déficit tarifario y le recordamos que la bioenergía no genera sobrecostes al sistema, sino todo lo contrario, ya que es una fuente de energía gestionable que no necesita el respaldo de plantas de ciclo combinado ni de otro tipo”. De esta manera se presenta ante José Manuel Soria la Alianza por la Bioenergía (Asociación Nacional de Empresas Forestales, Asociación Española de Biogás, Asociación para la Difusión de la Biomasa en España, Asociacion Española de Gestores de Biomasas de Maderas Recuperadas y Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa), en un intento de demostrar lo desacertado de la reforma energética planteada y proponer alternativas y explicar las consecuencias positivas de aplicarlas.
De entrada, consideran que la reforma planteada “no es más que un aumento indiscriminado de la fiscalidad a la producción de energía eléctrica” con el que “la bioenergía para uso eléctrico y cogeneración queda al borde del precipicio”. Para la Alianza por la Bioenergía, “el nuevo impuesto de generación eléctrica con fósiles y nuclear lo acabarán pagando los consumidores, y en el caso de las renovables el impuesto se detraerá de las primas. Es un impuesto contra las tecnologías que protegen el medio ambiente y nos hacen menos vulnerables a la compra de energía a otros países. Recordemos que España, con un 80%, tiene uno de los más altos niveles de dependencia energética exterior entre los Estados de Europa”.
Sacar los 2.700 millones de euros de los 50.000 millones de gasto en fósiles
Es a partir de aquí cuando exponen a Soria las dos principales alternativas. Afirman que los 2.700 millones de euros que calculan recaudar con la mencionada reforma se puede reducir del coste de importar combustibles fósiles del extranjero a través del ahorro energético y la inversión para generar empleo con bioenergía. Añaden que España gastó 50.000 millones de euros en 2011 en compra de energía fósil, lo que supone un 5% de su PIB. “¿Es que todavía no conoce su ministerio las grandes diferencias de contribución al bienestar de la sociedad española que ofrecen una y otras fuentes de energía?”, apostillan.
La otra medida propuesta es una tasa de CO2 de 20 euros por tonelada emitida para todos los combustibles fósiles y para cualquier uso (eléctrico, térmico o transporte) y potencia. “Esta tasa sí supondría una mejora en los ingresos de las cuentas energéticas del Gobierno de España –esgrimen– y podría ser utilizada para reducir los costes de contratación en empresas de energías renovables, lo que implicaría favorecer la creación de empleo de forma notable”. También tienen en cuenta que incentivando la eliminación de emisiones de CO2 equivalente (metano) en explotaciones ganaderas, se conseguiría crear un ahorro suplementario en la compra de derechos de emisión, aparte el beneficio ambiental.
4.800 empleos en lugar de 180.000 hectáreas de monte quemado
La Alianza por la Bioenergía tiene claro igualmente cuáles serían las consecuencias de aplicar estas medidas. Por un lado, consideran que es posible crear más de 600.000 empleos de aquí a 2050 en España si se apoya la generación de energía con biomasa. Por otro lado, en un año dramático de incendios forestales, recuerdan también la capacidad de la bioenergía para reducirlos: “España podría haber creado 4.800 empleos directos en centrales de biomasa con el aprovechamiento forestal y sostenible de las 180.000 hectáreas de monte que han ardido en lo que va de 2012”. Propone al ministro Soria que haga números conjuntamente con el de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y “vaya a ver los montes arrasados por el fuego, a ver qué le parece”.
“Ustedes van a dificultar esta generación de empleo con el impuesto del 6% que pretenden aprobar en las Cortes, además de la moratoria a las renovables. Sea consciente de que la bioenergía genera empleos, las fósiles los destruyen”. De forma tan tajante concluye el comunicado la Alianza por la Bioenergía, que se adelanta en la valoración de la reforma energética a Probiomasa, el otro gran colectivo que agrupa a buena parte del sector y comparte algunos socios con la primera. La pasada semana, fuentes de Probiomasa confirmaron que tenían prevista una reunión para hoy en la que tratarían, entre otros temas, el del proyecto de ley, aunque todavía no ha trascendido nada de dicha reunión.