La iniciativa forma parte del plan de reconstrucción del arrea destruida por el terremoto y tsunami, acaecidos en marzo de 2011. De acuerdo con la información oficial, el proyecto arrancará este mismo año, con el inicio de la construcción del cable que conectará con la plataforma. Ésta se situará a 16 Km. de la costa y, si todo marcha según lo previsto, para 2020 albergará un total de 143 aerogeneradores y una potencia instalada superior al medio gigavatio.
Tras el desastre sufrido por la central nuclear, los 54 reactores atómicos de Japón fueron parados, y solo dos ha vuelto a verter electricidad a la red en el tiempo transcurrido, aprovechado por el gobierno nipón para dar un giro radical en su estrategia energética, que ahora pasa por el uso de las energías renovables en todo el país. La prefectura de Fukushima, en concreto, planea ser completamente autosuficiente para 2020 usando solo fuentes renovables y además del parque marino albergará la mayor central solar del archipiélago.
El proyecto eólico de Fukushima tiene una serie de características únicas. Los aerogeneradores, de grandes dimensiones, se estabilizarán con lastre anclándolas a la plataforma, situada en aguas de 200 metros de profundidad (más del 80% del potencial eólico offshore japonés se localiza en aguas profundas). A su vez, la plataforma quedará fijada al suelo marino mediante fuertes líneas de amarre, según un análisis del proyecto realizado por New Scientist. La revista también indica que el parque inyectará la electricidad que genere a través de la potente red a la que vertían los dos reactores nucleares destruidos, y así se reducirán los costes de transmisión.
El proyecto, que será desarrollado por un consorcio de empresas, está siendo supervisado por Takeshi Ishihara, de la Universidad de Tokio, quien ha asegurado que la actividad sísmica de la zona no será un problema para las turbinas