El real decreto 413/2014, “en virtud de lo previsto en la disposición adicional decimocuarta de la Ley 24/2013, de 26 de diciembre”, establece un régimen retributivo específico para un máximo de 120 MW aplicable a instalaciones o modificaciones de instalaciones de tecnologías diferentes a la eólica, solar termoeléctrica y fotovoltaica (es decir, biomasa, biogás y cogeneración) que, por diferentes motivos y teniendo avanzado su tramitación, no fueron inscritas en el registro de pre-asignación de retribución ni en la sección primera del registro de instalaciones de producción de energía eléctrica.
Biovec, uno de los operadores de biogás más importantes de España, fue una de las empresas que se quedó colgada. Cuando entró en vigor el real decreto-ley 1/2012 (el del recorte de primas a las renovables), la planta de biogás que construyó para E-Cogeneración Cabanillas en Navarra estaba prácticamente acabada y con la pre-asignación pendiente de firma. Óscar Bartomeu, gerente de Biovec, explica que “esta circunstancia ha conllevado que en vez de percibir una tarifa de unos 14,5 céntimos por kWh, tuviera que ir a mercado (a unos 5 céntimos por kWh), llevando a los socios a una situación financiera y emocional límite”.
La ley dice tres meses, pero Industria se demora ocho
El Gobierno, para solucionar esta injusticia con respecto a las plantas que se quedaron colgadas en el proceso de pre-asignación y que debido a estar lejos del cupo límite muchas de ellas estaban empezadas o casi pendientes de la puesta en marcha, abrió la puerta de los 120 MW en el real decreto 413/2014. Sin embargo, a pesar de que en dicha normativa (artículo 47) se especifica que, una vez presentada la solicitud, “el plazo máximo para dictar y notificar la resolución de inscripción en el registro en estado de explotación será de tres meses”, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo no está cumpliendo con el plazo.
E-Cogeneración Cabanillas, Biogas Fuel Cell (Tineo, Asturias) y algunas instalaciones más presentaron en agosto de 2014 toda la documentación requerida. “No entendemos el retraso injustificado de dicha resolución, de más de tres meses con respecto a la fecha límite que marca el real decreto”, señala Bartomeu. En similar situación se encuentra la reconversión de la papelera de Rottneros en una planta de biomasa en Miranda de Ebro (Burgos). Según una información publicada en febrero en el Diario de Burgos, mientras el ministerio demora su decisión, “el tiempo se acaba para Gestamp, para los 160 extrabajadores de Rottneros y para las industrias auxiliares y desempleados que tienen en el proyecto de biomasa de la multinacional una opción de futuro”.
Situación límite y nuevo real decreto a la vista
Desde Industria contestan a Energías Renovables que “actualmente se están analizando de manera pormenorizada todos los expedientes de los proyectos presentados, teniendo en cuenta entre otros aspectos que el cupo máximo de potencia es de 120 MW”. Es obvio que se han presentado solicitudes por una potencia mayor, de ahí que también aleguen tiempo para priorizar según los requisitos establecidos en el real decreto y el “cumplimiento de los plazos legales otorgados a los interesados para la subsanación de sus solicitudes”.
Pero el tiempo se acaba. “Ha pasado ya el periodo que ellos habían dado para responder y muchas de estas plantas se encuentran desde hace años en una situación límite”, insiste Bartomeu. Ese mismo apremio se lo han comunicado al ministerio. También en contestación a Energías Renovables, Industria se limita a decir que “una vez finalizado el mencionado proceso, la Dirección General de Política Energética y Minas emitirá resolución por el que se inscribirá en el registro de régimen retributivo específico en estado de pre-asignación a las instalaciones incluidas en el cupo previsto”.
Tras conocer recientemente la propuesta de real decreto para instalar nueva potencia en eólica (500 MW) y biomasa (200), se entiende que la interferencia entre ambas decisiones pueda estar demorando la primera. No obstante, las primeras voces que han salido ya desde el sector del biogás critican la última medida porque, en un primer vistazo, “se han olvidado del biogás”. “No se entiende, ya que reducimos más emisiones que la biomasa y necesitamos menos primas, ayudamos a solventar el tema de los purines, gestión de residuos…” manifiestan responsables del sector que no quieren mostrar sus nombres a la espera de un repaso detallado a la propuesta de real decreto.