El pasado 30 de noviembre, Pep Puig, presidente de Eurosolar España, bloguero de Energías Renovables y miembro de nuestro Consejo Asesor, asistía en Berlín a una reunión de Eurosolar. Y tuvo la oportunidad de participar en la manifestación que un nutrido grupo de asociaciones de la sociedad civil alemana habían convocado para defender un modelo 100% renovable. Aquí están sus impresiones.
La manifestación fue convocada en la plaza enfrente de la Haupbanhof (Washington Platz) bajo el lema Sonne & Wind, statt Fracking, Kohle & Atom: Energie-Wende Retten! para presionar al futuro gobierno alemán, de ‘gran’ coalición entre las dos fuerzas mayoritarias, que incomprensiblemente pretende reforzar la generación eléctrica con carbón y retrasar la velocidad del cambio de rumbo hacia el 100% renovable.
Muchos fueron los aspectos que más me impresionaron, como participante en la manifestación, procediendo del suroeste de Europa donde la práctica de la democracia y el derecho a manifestación están siendo bien vapuleados por parte de los últimos gobiernos que han regido y rigen la vida política en España.
Lo primero fue, sin duda, el número de participantes: muchos miles de personas llegados de todo el país para manifestar abiertamente su apoyo a la transición energética alemana, votada por todos los partidos del actual arco parlamentario (la única fuerza política que se opuso a ella, los liberales, fueron barridos del parlamento en las últimas elecciones federales).
El segundo fue la composición del colectivo que se manifestó: personas de todas las edades, desde quinceañeros hasta personas bien mayores, tanto hombres como mujeres, todos ellos bien provistos de pancartas, carteles, globos, bufandas, etc, con consignas tanto a favor de las renovables, como de las renovables en manos del pueblo, como contra la nuclear y el carbón.
El tercer aspecto que más me impresionó fue ver a personas equipadas con armillas luciendo el nombre de la más importante empresa eólica alemana, junto a la bandera simbólica del movimiento antinuclear (el Sol sonriente, rodeado de la frase Atomkraft? Nein danke). Y no solo esto, sino que la potente asociación eólica alemana (Bundesverband WindEnegie e.V. – BWE), estaba bien presente en la manifestación con dos grandes pancartas con imágenes bien alegóricas. También estaba presente un camión de la campaña ciudadana ‘Erneuerbare Energie-Wende Netzt!.
Y un último aspecto a comentar, fue la presencia de la ‘Polizei’ o policía federal alemana. Pues bien, con su presencia se limitó a abrir paso a la manifestación, situándose al frente de la misma, con tres furgonetas policiales y un ligero cordón policial, compuesto de ocho agentes, debidamente y vistosamente identificados (con un número en la espalda, bien visible desde una considerable distancia). Lo más sorprendente de todo fue que la manifestación pasó junto al edificio del Parlamento federal alemán, y la presencia policial era casi inexistente. Además, la parte final de la manifestación consistió en rodear el gran y moderno edificio de la cancillería federal, situado en la parte opuesta de la gran explanada frente al Parlamento, y residencia de la Sra. Merkel, sin que la policía pusiera ningún obstáculo a la acción.
¿Os imagináis una manifestación de este tipo, en Madrid, pasando frente al Congreso de los Diputados y rodeando el Palacio de la Moncloa, sin que el titular del Ministerio del Interior ordenase el blindaje físico de los edificios para impedir a los manifestantes acercarse a ellos? ¿Os imagináis una manifestación en Madrid, o en cualquier otra ciudad, sin presencia policial, ni policías tratando a porrazos y gaseando a las personas participantes en ella, o simplemente, protegiendo a los manifestantes?
¿Os podéis imaginar la presencia de trabajadores de empresas españolas de tecnologías para las energías renovables mostrando bien patentemente la empresa donde trabajan y enarbolando la bandera de la lucha antinuclear?
¿Os podéis imaginar la participación, bien visible, de asociaciones empresariales de renovables en una manifestación parecida que se organizara en Madrid para defender el avance de las energías renovables en España o para oponerse a las retrógradas políticas energéticas desarrolladas por los gobiernos del PSOE y del PP?
España, bien puede pertenecer a la UE, pero para que esta pertenencia llegue a ser algún día una real integración, la sociedad española debe aprender y practicar muchos aspectos de la democracia, que las sociedades de algunos países europeos pueden enseñarnos.
Mientras, en España, nos ha tocado resistir las agresiones políticas de los gobiernos de turno y trabajar para favorecer la inclusión de todos los sectores de la sociedad en esta resistencia. Porque lo que está en juego es la generalización de un sistema energético eficiente, limpio, moderno, renovable y democrático, al servicio de la sociedad y no de los oligopolios que pretenden mantener su nefasto dominio.
Y además de resistir, nos toca innovar, no tanto en tecnología cuanto en iniciativas sociales para boicotear (y hacer inútiles) las medidas restrictivas que el gobierno, a propuesta de la banda Nadal-Soria, está imponiendo, de forma totalmente autoritaria, sin ningún atisbo de democracia.