La importancia de estas instalaciones (situadas en el municipio soriano de Lubia) radica en que están "diseñadas específicamente para palas de pequeños aerogeneradores, ya que a estos no se les puede aplicar la misma escala que a las palas de los aerogeneradores convencionales de la industria eólica". Según el Ciemat, este banco de pruebas es "el único laboratorio que cuenta con la tecnología adaptada a los aerogeneradores de hasta 100 kW, capaz de caracterizar las palas para optimizar los diseños de los fabricantes y validarlos según la normativa vigente".
Las palas son las partes más importantes del aerogenerador, las encargadas de captar la energía del viento y transformarla en un movimiento rotativo, y al ser componentes de alta tecnología, son también críticas en cuanto a costes, diseño, fabricación y seguridad de funcionamiento y, por ello, sus requerimientos de ensayo son altos, según el Ciemat. En los bancos de ensayos de palas se reproducen, por un lado, las cargas más desfavorables que podrán sufrir a lo largo de su vida útil y, por otro, se simula aceleradamente la acumulación de daño o fatiga en los materiales que las componen. En paralelo, se realizan también otras pruebas complementarias que aportan información adicional. Según el comunicado difundido hoy por el Ciemat, en el mundo el número de instalaciones de bancos de palas es escaso y suelen tener una elevada carga de trabajo debido al elevado número de horas (varios meses normalmente) necesarios para analizar un único modelo de pala. [En la imagen, aerogenerador Bornay, firma pionera de la minieólica en España].
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