Los datos están ahí. Por más que el ministro José Manuel Soria y el resto de la plana mayor del Ministerio de Industria prefieran manejar los suyos, los precios de la energía en España no paran de subir. Mucho. En relación a lo que pagamos por la electricidad, España solo es superada por Dinamarca (30,4 euros), Alemania (29,7 euros) e Irlanda (25,4 euros).
La media europea de los precios de electricidad doméstica se situó en la segunda mitad de 2014 en 20,8 euros por cada 100 kilovatios hora (kWh) y en la eurozona en 22,1 euros. Pero en España subió más que en el resto: un 4,1 % en comparación con el mismo periodo de 2013. Mientras que en la UE aumentó de media un 2,9 % y en la unión monetaria un 2,7 % en el periodo de comparación.
Precios de la electricidad en la UE (2º semestre de 2014)
Gas más caro
España es el tercer país con el precio de gas doméstico más caro, con 9,6 euros por 100 kWh en el mismo periodo, de acuerdo con la misma fuente. Solo en Suecia (11,4 euros) y en Portugal (10,4 euros) el precio del gas doméstico era más caro.
En España el precio del gas aumentó un 7,5 % en la segunda mitad de 2014 frente al mismo periodo de 2013. En este caso, la media del precio del gas en la Unión Europea (UE) fue de 7,2 euros por cada 100 kilovatios por hora y de 7,9 euros en la eurozona.
Para hacerse una mejor idea de lo que supone el incremento de los precios de la energía, el aumento de los precios de todo tipo de bienes y servicios fue de un 2% de media en la UE y de un 0,5 % en la eurozona.
Un tercio más cara que en 2008
Los precios de la energía en la UE han aumentado aproximadamente un tercio desde 2008. Los de la electricidad han subido más de un 30%, según Eurostat. Y el incremento del gas ha sido de un 35%.
Si se miden los precios en relación con el estándar de poder adquisitivo (PPS) de los países, se puede observar que, con respecto al coste de otros bienes y servicios, los precios de electricidad doméstica más bajos se dieron en Finlandia (12,4 PPS por cada 100 kWh), Letonia (13,7 %) y en Luxemburgo (14,2 %). En el otro lado de la balanza se situaron Alemania (28,2), Chipre y Portugal (ambos 27,4 PPS) y España (26).
José Manuel Soria, que se ha acostumbrado a hacer una lectura particular de los precios de la energía, sostiene que la electricidad de los hogares españoles cayó un 4,5% en 2014. Al margen de que las estadísticas dicen otra cosa muy distinta, la subida que reflejan coincide con la devaluación del poder adquisitivo de los españoles y el aumento de personas y familias que viven en el umbral de la pobreza.
Los impuestos y gravámenes representaron de media el 32 % de los precios de la electricidad en la UE en la segunda mitad de 2014 y el 23 % de los del gas. En lo que respecta a la electricidad, la proporción de impuestos y gravámenes asociados variaron significativamente entre los Estados miembros, desde más del 50% en los hogares de Dinamarca y el 52% en Alemania al 5% en Malta y Reino Unido.
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