El complejo industrial de Ence en Huelva muestra a las claras la doble vertiente de la compañía: papelera y energética. Al complejo papelero y a las plantas de biomasa de 41 MW y de cogeneración (con 27 MW de biomasa) suma desde ayer la mayor en potencia instalada de España, con 50 MW, una inversión de 125 millones de euros y una producción anual estimada en 337.000 MWh, que sumada a la procedente de las otras dos citadas superará el millón de MWh. Durante 2011, la producción total de la compañía superó los 1,5 millones de MWh, En total, Ence pasará de 180 MW de potencia instalada (hay que sumar los 77 MW de las dos centrales de Navia, en Asturias; y los 35 MW de la de Pontevedra) a 230 MW y afianzará su puesto de primera productora de España de electricidad con biocombustibles, principalmente restos de madera y cultivos forestales.
Los números reales de producción asociados a la potencia no llegarán hasta que nos se complete la incorporación total de la nueva instalación al sistema eléctrico. Algo similar ocurrirá con los 950 puestos de trabajo previstos, cuarenta de ellos asociados a los sistemas de operación y mantenimiento de la planta y el resto indirectos o inducidos relacionados con el cultivo y logística de abastecimiento de 400.000 toneladas de biomasa anuales. La empresa también quiere destacar las mejoras tecnológicas y ambientales introducidas: sistema de reducción selectiva no catalítica, que permite reducir emisiones de oxido de nitrógeno; lecho fluido para la caldera, uso de gas natural como combustible auxiliar para operaciones puntuales y la incorporación de un precipitador electrostático para la captación de gases de combustión a la salida de la caldera.
La planta media española está por debajo de los 20 MW
Ence seguirá construyendo nuevas plantas de biomasa dentro de su Plan de Energía Renovable 2011-2015, con el que pretende llegar a los 390 MW de biomasa, pero las siguientes centrales (Mérida será la próxima probablemente) no rebasarán los 20 MW de potencia instalada. En general, en España la potencia media instalada está por debajo de esos 20 MW, y solo las instalaciones de Ence y la de Acciona en Sangüesa (Navarra), con 30 MW, superan ese listón. Antes de que se aprobara el RDL 1/2012 que suspende el régimen especial de tarifas para las nuevas plantas, había decenas de proyectos en diferente estado de desarrollo que sumaban en torno a 1.000 MW.
De todos estos proyectos solo uno alcanza las dimensiones de la nueva planta de Ence. Se trata de uno de los dos que Foresta Capital prevé implantar en Extremadura, en la comarca cacereña de Campo Arañuelo, asociado a cultivos de chopos y con una potencia de 50 MW. En una reunión del director general de Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, José Luis Gil Soto, con responsables de la empresa Foresta Capital en mayo, reconocían que “la trayectoria de las dos grandes plantas de biomasa (hay otra en proyecto de 20 MW) se ha visto afectada por la moratoria anunciada por el Gobierno de España para las energías renovables”, y concluían que los ensayos con cultivos de chopos “han dado unos resultados más que satisfactorios y sólo queda el apoyo del Gobierno de la nación para afrontar el resto de la inversión”. ECO2 Biomasa, con tres plantas en Castilla y León de 40 MW cada una; y Bioenergética de Navarra, con una en Milagro (Navarra) de 29 MW, son otros ejemplos de centrales de envergadura en proyecto.