Más allá de las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), cuesta encontrar cifras y datos positivos en el avance de informe anual que elabora la CNE sobre uso de biocarburantes en 2010. En este último año se mantiene el mismo porcentaje de reducción de GEI que en 2009, el 43 por ciento, aunque mejora el bioetanol y empeora el biodiésel. En cualquier caso, los dos porcentajes, 68% y 37% respectivamente, están por debajo de lo que exige la directiva de Energías Renovables, que es el 35%. Los cálculos de 2009 reflejaron un 65% de disminución de GEI para el bioetanol y un 39% para el biodiésel.
Sin salir del biodiésel, las ventas anuales en 2010 ascendieron a 1.554.159 m3, y las de bioetanol a 468.470 m3, que suponen un aumento del 32,88% y del 56,60%, respectivamente. En términos de volumen representan un 5,56% del total del carburante diésel y un 6,22% de las gasolinas de automoción comercializadas. El número de certificados definitivos anotados ascendió a 1.450.088 (1.212.469 en diésel y 237.619 en gasolina).
Menos materia prima española y menos producción propia de biocarburantes
Con todos los certificados anotados, incluidos los traspasos entre sujetos obligados, se confirman los porcentajes que ya se dieron a conocer en mayo de 2011: se supera el objetivo individual en diésel (5% frente al 3,90%), casi se alcanza el de gasolinas (3,88% frente al 3,90%) y el global se queda en el objetivo rebajado por el Ministerio de Industria para eximir de pago, el 4,78%”. Con respecto a los cumplimientos de los objetivos hasta 2013, la CNE expone que “se han actualizado las previsiones de demanda, concluyendo que las ventas estimadas de biocarburante permitirían alcanzar, de forma ajustada, el objetivo individual en gasolinas (3,9% en 2011 y 4,1% en 2013), pero se quedarían por debajo del objetivo individual en diesel (6% en 2011 y 7% en 2013) y también del objetivo global en 2012 y 2013 (6,5% en ambos casos)”.
A partir de aquí, los datos reflejan una clara dependencia de la industria española de la materia prima exterior y un preocupante descenso de la producción de biocarburantes. El biodiésel sigue con su base principal en la soja y la palma, hasta el punto de reducir al 8,29% la participación de las materias primas españolas empleadas para su fabricación, cuando en 2009 alcanzaron el 12,5%. También ha disminuido el porcentaje producido en nuestro país, que fue del 69% en 2009, aunque aquí la CNE no precisa mucho, y se limita a decir que ha disminuido, “si bien continúa por encima del 50%”. Sí dice que “el segundo mayor productor del biodiésel consumido en España ha sido Argentina, que ha duplicado su peso respecto al año anterior”. Es decir, que ha subido del 12,48% de 2009 al 25% en 2010.
La caña de azúcar pasa al maíz como principal materia prima para bioetanol
En cuanto al bioetanol, se afirma que se produjo principalmente a partir de caña de azúcar (36%), maíz (30,96%) y trigo (19,54%). Suben el primero y el tercero con respecto a 2009, y baja el maíz. Aquí también pierde protagonismo España, ya que Brasil la desplaza del primer puesto entre los países de cultivo de la materia prima. Y lo pierde también en el apartado industrial, porque en 2009 el bioetanol consumido se fabricó principalmente en España (67,24%) y en 2010, sin señalar en que puesto queda, la CNE afirma que ha disminuido el porcentaje hasta el 48,79%.
La CNE también analiza la utilización de los mecanismos de flexibilidad del sistema de certificación: “se observa un aumento muy considerable del número de certificados traspasados, una disminución de las transferencias (suponen menos del 3,5% sobre el total), con precios de transferencia en general más altos, y una reducción del peso de los pagos compensatorios para el cumplimiento de las obligaciones. Por su parte, el fondo compensatorio ascendió a 2.398.900 euros, lo que supone un 48,5% menos respecto a 2009, alcanzando el pago por certificado en exceso el límite máximo de 350 euros por certificado”.