El 68% de la energía eléctrica limpia que quiere producir Cantabria en el año 2020 debe salir, según el nuevo Plenercan, de parques eólicos terrestres. El gobierno cántabro ha adjudicado recientemente 1.336 megavatios de los 1.500 de que consta el nuevo Plenercan; el resto (164 megavatios) "se ha dejado para futuros concursos o iniciativas de investigación".
Según el consejero de Industria y Desarrollo Tecnológico de Cantabria, Juan José Sota (en la foto, a la derecha), en la elaboración del Plan de Sostenibilidad Energética 2011-2020 se ha tenido en cuenta, en todo momento, "el cumplimiento más exigente de la normativa ambiental". En la misma línea se ha manifestado el director general de Industria, Marcos Bergua (a la izquierda), que ha subrayado que el criterio de protección es "férreo", hasta el punto de que determina figuras de protección para un 92% del territorio de la región.
Un mapa y dieciocho organizaciones ecologistas
La insistencia de la administración en que ha sido muy rigurosa a la hora de planear el desarrollo eólico en el territorio cántabro viene a responder a las críticas de que viene siendo objeto la administración cántabra, desde hace muchos meses, por parte de varias organizaciones ecologistas, que consideran que los impactos ambientales de las infraestructuras adjudicadas no han sido correctamente evaluados. En ese sentido, y hace apenas unas semanas, la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH) presentó un Mapa de Exclusión Eólica que fue apoyado públicamente por dieciocho organizaciones. Entre ellas, la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la asociación conservacionista WWF y la Fundación Oso Pardo.
Un 23% de energía eólica marina
Sea como fuere, a ese 68% eólico terrestre que proyecta el nuevo Plenercan, el gobierno cántabro suma un 23% de energía offshore (eólica marina) y un 6% de hidroeléctrica. Además, Plenercan también prevé cuotas para el biogás y la biomasa, con más de un 1%; la valorización energética de residuos, la hidrocinética y, por último, la solar fotovoltaica. El Plan incluye además los 1.000 MW de la central hidroeléctrica de Aguayo. Según E.On (que es la propietaria), el "proyecto de ampliación de la central hidroeléctrica de bombeo de Aguayo" –que supondrá un incremento de potencia de 1.000 MW– no implicará "actuaciones ni en el embalse de Alsa ni en el depósito del Mediajo", y sí, sin embargo, "una instalación subterránea, sin impacto en el paisaje" que aporta, según E.On, "una solución de bajo impacto ambiental global".
Las energías del mar, y las de la tierra
En cuanto a la energía de carácter marino, y siempre según el plan del gobierno cántabro, "alcanzará en 2020 una capacidad máxima de 500 megavatios de potencia, basándose, sobre todo, en proyectos de I+D+i como la botadura de tres boyas de Idermar, el Parque Experimental de las energías marinas de Ubiarco y las iniciativas del Clúster de Energías Marinas". El Plenercan prevé además planes de actuación para incrementar la energía hidroeléctrica en 38 megavatios; un crecimiento anual constante de la geotermia hasta llegar a una potencia instalada de 6,10 megavatios; la energía solar térmica, principalmente asociada al sector de la edificación, crecerá hasta los 110.000 metros cuadrados, y la de carácter fotovoltaico alcanzará los cuatro megavatios.
A información pública
Según la Consejería de Industria del gobierno cántabro, el Plenercan 2011-2020 se someterá a un proceso de información pública durante 45 días desde su publicación en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) y cualquier ciudadano "podrá consultar los documentos en la Dirección General de Industria o descargarlos desde el sitio en la red del Gobierno de Cantabria y realizar cuantas aportaciones crea oportunas". El consejero Sota ha informado de que, posteriormente, el documento será sometido a la Evaluación Ambiental Estratégica por la Consejería de Medio Ambiente para ser aprobado por el Consejo de Gobierno y presentado al Parlamento de Cantabria.
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