Todos los aprovechamientos maderables y leñosos con destino energético que se desarrollen en montes o terrenos agro-silvo-pastorales encuadrados en los seis tipos de masa o vegetación de Castilla y León incluidos en la nueva orden permitirán que las plantas de producción de electricidad que los utilicen cobren la prima más alta establecida para la biomasa en el real decreto 661/2007. Ese es el objetivo principal de la normativa aprobada el 12 de marzo, “por la que se establece el régimen de obtención de la calificación de orientación energética de los aprovechamientos forestales”, y que se publicó el 16 de marzo en el Boletín Oficial de Castilla y León.
Según consta en el preámbulo de la orden, esta “regula de forma específica, pero complementaria con el marco ya existente, el aprovechamiento de la biomasa forestal como recurso renovable en los montes de Castilla y León, y se establece el procedimiento para que los aprovechamientos forestales de maderas y leñas puedan obtener la citada calificación de orientación energética, de cara a su articulación con las disposiciones del Real Decreto 661/2007, de 25 de mayo”. El objetivo es promover el acceso de los titulares de los montes a los mercados forestales y a los incentivos a la producción de energía, además de dar una salida a los productos leñosos, “que de otro modo no tendrían cabida en el mercado forestal actual, y cuyo destino principal, precisamente por ello, es el energético”.
Bioenergía como elemento de mejora en la gestión de los montes
También es importante la vinculación que se establece entre este principal propósito y la mejora de la gestión de los montes. Así, se habla de garantizar que los aprovechamientos forestales con fines energéticos procedan de masas comprendidas dentro de los tipos y ámbitos especificados, “facilitando la trazabilidad y control de los productos”. Igualmente, se cita la importancia de que los titulares de los montes y otros terrenos forestales asuman el compromiso de mantener un aprovechamiento ordenado, para lo que se facilita la adhesión a modelos selvícolas especialmente preparados al efecto. “Para los montes que ya cuentan con instrumento de ordenación se facilita su adaptación e incorporación a los mercados de productos forestales con fines energéticos”, se especifica en el preámbulo.
Castilla y León se suma así a Andalucía a la hora de regular por ley los cultivos energéticos procedentes de explotaciones forestales, aunque previamente no se plantaran con esta intención. Tanto Ence, principal productora española de electricidad con biomasa forestal, como la Asociación Española de Cogeneración (Acogen) y la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel) se oponen a esta catalogación. Por el contrario, propietarios forestales y otros productores de energía con biomasa, especialmente la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), sí ven con buenos ojos este tipo de legislación.
Más información:
http://bocyl.jcyl.es/boletines
