La nueva potencia, que dejará a Madrid como única comunidad autónoma española sin implantación eólica, abarcará inversiones que ascienden, como mínimo, a 2.000 millones de euros. No obstante, como el gobierno central ha cerrado la preasignación de potencia eólica a nivel nacional hasta finales de 2012, Cantabria tendrá que esperar a 2013 para realizar los proyectos, y solo si consiguen finalmente inscribirse en el nuevo registro de preasignación.
Cada uno de los siete proyectos propuestos por la comisión técnica –tras ocho meses de evaluar 51 ofertas– corresponde a una de las siete zonas distintas señaladas por el Plan Eólico de Cantabria. En total, los proyectos suman 1.400 MW, tal y como plantea como objetivo el plan, que da preferencia a proyectos que aporten inversiones y empleos regionales. Los candidatos escogidos por la comisión son tres gigantes (Iberdrola, EDP y E.On) y cinco consorcios cántabros.
Iberdrola Renovables se une a la empresa de ingeniería local Ocyener para formar el consorcio Biocantaber, que desarrollará la zona D. EDP desarrolla en solitario la zona A mediante su filial Nuevas Energías de Occidente. También en solitario, la eléctrica alemana E.On desarrollará la zona F. La zona B, a Cantabria Generación (Grupo Caixa Nova y Banco Gallego); la zona C, a Engasa, Jealsa Rianxeira y Biobas; la zona E, a Sniace, Banco Santander y Helium; y, por último, la zona G, a Actium, Ascan y Cleanenergy Cantabria.
La mayoría de las propuestas han sido elaboradas de manera secreta, puesto que ha existido una competencia feroz entre los 51 candidatos. Este es el caso, especialmente, de los promotores de proyectos ya maduros, que llevan desde los años 90 en promoción, pero que se han visto estancados debido a la falta de una regulación estable antes del plan actual. La Comisión Técnica de Evaluación está presidida por el consejero de Industria y forma parte de ella también el consejero de Medio Ambiente, Francisco Martín.
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