“La potencia eléctrica instalada es de 191 kWe, y la capacidad del digestor para tratar residuos puede llegar hasta 11.000 toneladas al año (según las características del residuo), aunque estamos operando por debajo ahora mismo”. Antonio Cuevas, responsable de I+D+i de Calvo, demuestra la viabilidad de una de las pocas instalaciones que en España aprovechan residuos de industrias agroalimentarias para producir biometano. Gracias al trabajo conjunto con JB Ingenieros, la planta es una realidad desde 2009.
La fábrica de Carballo de Calvo aporta una pequeña parte de la materia prima que entra en el digestor. La gran mayoría de los residuos proceden de los procesos de depuración de industrias conserveras, lácteas y cárnicas del entorno. Cuevas explica a Energías Renovables que, tras recibir los residuos, “se prepara la ‘dieta’ adecuada para el digestor mezclando las proporciones óptimas de cada uno (distinguimos tres tipos)”. Según el responsable de I+D+i de Calvo, el biogás obtenido “tiene en torno a un 70 % de metano (a veces incluso más) y el resto es dióxido de carbono y pequeñas concentraciones de varios contaminantes que se eliminan en una depuradora”. El biogás limpio se almacena en un gasómetro”.
Biogás industrial también en Pontevedra y Lugo
El gasómetro alimenta un motor especial para biometano que produce calor y electricidad. “El calor se aprovecha en el digestor y en la depuradora de biogás y la electricidad, tras pasar por un centro de transformación, sin contar con la que consume la propia planta, se inyecta a la red eléctrica”, concluye Antonio Cuevas. El residuo resultante o digestato se transforma en fertilizante y se aprovecha en agricultura.
En 2011, la planta de biometanización de Carbio recibió el Premio Nacional Eneragen a la mejor actuación en materia de energías renovables. Desde JB Ingenieros, la otra parte de Carbio, exhiben este galardón como muestra de la calidad de la instalación y del trabajo en torno al biogás que realiza la ingeniería. Además de la planta de Calvo, cuentan con otra de biogás de 43 kW en Ponteareas (Pontevedra), cuyo promotor es Ecocelta Galicia; y con una más en Cospeito (Lugo) de 50 kWe de Norvento. Todas están en funcionamiento y cuentan con alguna más en proyecto.