Petrolera y química llevan desde 2006 colaborando en la investigación de nuevos biocarburantes, entre los que destaca especialmente el biobutanol. En 2007 ambas compañías presentaron las primeras conclusiones de esta cooperación, y los resultados de las pruebas realizadas confirmaron que el biobutanol cumplía con las normas y características de cualquier biocarburante de automoción y que contenía una alta densidad energética, una volatilidad controlada, octanaje suficiente y bajos niveles de impurezas.
El biobutanol se produce a partir de la fermentación de una amplia gama de biomasas y gracias al trabajo de descomposición de la madera de bacterias del género Clostridium. Las materias primas son, en muchos casos, coincidentes con las destinadas a la producción de bioetanol: remolacha, caña de azúcar, maíz, trigo, además de paja, tallos y otros residuos lignocelulósicos.